Debutó en la pista del Bailando 2023 con una sonrisa genuina, con los ojos brillantes por estar en el escenario de sus sueños, y los nervios propios de las primeras veces. Baila desde que tenía apenas tres años, y, aunque ya es una mujer, vive con la misma ilusión esta oportunidad.
Morena Sánchez (18) es la bailarina de Kennys Palacios (32), pero se ganó su propio protagonismo al sorprender a todos. Con una técnica impresionante, una energía tremenda y una presencia hipnótica en el escenario, la joven de tan solo 18 años cautivó al jurado.
Ángel de Brito profetizó: "Nace una nueva estrella", y el resto del jurado la llenó de elogios, y auguraron lo mejor para su equipo, además, la compararon con grandes de la pista como Laurita Fernánez o Lourdes Sánchez. La bailarina no pudo evitar el llanto por recordar su camino hasta llegar al histórico certamen de la televisión argentina y agradeció por ser parte de esta edición.
En charla íntima con Revista Gente, y después de los nervios de esa primera gala en la que obtuvieron uno de los mejores puntajes de esta ronda inicial -con un total de 27- habló de cómo se sintió.
"Apenas escuché mi nombre sentí muchos nervios, sobre todo porque quería que la coreografía saliera bien y no tuvimos pasada de piso porque se hicieron cortos los tiempos ese día... Entonces estaba un poco preocupada tanto por mí como por Kennys, porque obviamente él no es bailarín entonces queríamos que todo saliera como salía en los ensayos. Así que estaba muy nerviosa, pero obviamente feliz", contó sobre el detrás de escena que nadie ve, mientras esperaban para pasar a la pista.
A Morena la descubrieron dos de las coaches del Bailando en unas competencias en Mendoza, donde se presentó como bailarina. En aquel momento era menor de edad, pero ambas supieron desde ese instante, que su momento llegaría, y así pasó.
"Fue un momento que esperé por muchísimos años y que siempre lo veía desde mi casa por la televisión. Ahora vivirlo, es mágico. Es mágica la energía que se maneja en el antes, durante y en el después".
Morena Sánchez, bailarina del Bailando 2023.
Recuerda que en aquel encuentro con el staff del certamen, su objetivo era que la vieran, le dieran sus correcciones y seguir avanzando para tal vez ser tomada en cuenta para futuros proyectos, pero no se imaginó que apenas cumpliera sus 18 años, recibiera el llamado más importante de su vida, hasta el momento.
Aunque era un sueño que tenía muy presente, ese día que sonó su teléfono por parte de la producción del programa le tomó por sorpresa. Confiesa que pensaba que estaba muy chica aún para ser convocada a semejante producción, de hecho, llegó a dudar si estaría cien por ciento preparada "para algo tan grande".
"Cuando me llamaron para la audición del Bailando, agradecí que ese sueño terminó siendo mucho más posible de lo que pensaba. Así que fui a la audición e intenté dar todo de mí para quedar. Habían tantas bailarinas buenas, que la verdad lo vi medio difícil, así que bueno, me volví a Mendoza y con todas las expectativas, pero también con los pies sobre la tierra de que era una posibilidad no quedar", recordó sobre el día del casting.
-¿Estabas ansiosa esperando los resultados de las audiciones? ¿Cuándo llegó el llamado oficial?
-La verdad, pasaron los meses y no me llamaron. Así que después de un tiempo largo de espera, ellas volvieron a Mendoza a tomar otro casting y estuvieron charlando conmigo, pero nunca me mencionaron nada y cuando volvieron a Buenos Aires, recién ahí me mandaron el mensajito de que habían encontrado un equipo que creían que yo iba a poder acompañarlo bien.
En ese momento, me dijeron que iban a ser Franco, mi coach y Kennys Palacios, mi famoso y la verdad es que estoy super feliz con el equipo que me ha tocado.
-Tu mamá dijo que bailás desde los tres años, ¿cómo fue todo el camino y tu preparación hasta llegar al resultado que vimos todos en la pista?
-Bailo desde los tres años, pero siempre digo que a los tres años es un poco como un hobby, porque siendo tan chiquita nunca tenés dimensión de hasta dónde vas a poder llegar o si es realmente lo que vos querés para tu vida, pero después, siempre seguí tomando muchísimas clases de danza: empecé con español, seguí por ballet, después por jazz contemporáneo, después urbano, al mismo tiempo iba a comedia musical y siempre fui tratando de hacer todo lo que podía.
También hice cursos de todo lo que se pudiera tomar: tango, bachata, salsa, lo que sea para ser una bailarina integral, porque creía que era lo importante. Cuando ya tenía unos 13 años descubrí como que quería esto para mi vida realmente, además siempre tuve mucho apoyo de mis padres, entonces siempre me incentivaron un montón y me hicieron creer en mí. Desde ese momento nunca paré ni un solo momento y comencé a dedicarme más profesionalmente al baile.
"Mis padres me hicieron creer que ser artista era algo maravilloso y que estaba perfecto, cosa que -aunque no parezca- hasta el día de hoy es 'tabú' en algunas familias".
Morena Sánchez, la pareja de Kennys Palacios en el Bailando 2023.
-Se llevaron un puntaje altísimo y elogios del jurado, que te bautizaron como la gran revelación del certamen, ¿Cómo llevas eso? ¿sentís más presión ahora?
-La realidad es que sí, estamos muy felices con el puntaje que obtuvimos. Siento cierta responsabilidad. Aunque, ya desde antes la sentía, obviamente, porque tengo como esa responsabilidad de hacer quedar bien a Kennys, de que él se sienta cómodo y se luzca. Entonces, obvio, eso ya de por sí es una responsabilidad enorme.
Estoy muy agradecida con el jurado, porque fueron todos súper amables, súper atentos, que por ahí con otros bailarines yo veía que eran bastante neutros. Y la verdad es que yo recibí tanto cariño de parte de los cuatro, que no lo podía creer. Quería que me persiguieran para ver si era real lo que estaba viviendo o no (risas)
Ahora claro, tengo un poco esa presión, cuando vengamos con el segundo ritmo y con las galas que vengan a futuro, vamos a tratar de mantenernos en esa vara y no bajar. Los bailarines tratamos de bailar todos los estilos, pero no todos son nuestro fuerte. Espero no decepcionar a nadie en aquellos ritmos en los que por ahí no tenga tanta cancha, o esté aprendiendo. Pero vamos a dar lo mejor, y, entrenar todo lo que sea necesario para que todo salga lo mejor que podamos.
"Después de mi debut, sentí que todo el sacrificio que hice por un montón de años, todas las horas de entrenamiento, las cosas a las que renuncié para cumplir mi sueño, valieron la pena y dieron su fruto".
Morena Sánchez.
-¿Qué sentiste que te pongan al nivel de grandes figuras como Laurita Fernández y Lourdes Sánchez que pasaron antes por la pista y brillaron? ¿Te gustó esa comparación?
-A Lourdes tuve el placer de conocerla porque está bailando ahora y a Laurita también, las admiro muchísimo. Creo que son increíbles, que bailan de todo, todo lo hacen bien, son súper profesionales y también son mujeres que a lo largo de los años se han mantenido en el medio y, siempre han sido exitosas en todo lo que han hecho.
Es bastante loco que me puedan comparar con ellas, porque yo las veo y digo bueno: 'me falta muchísimo para llegar a eso', pero obvio también es una gran motivación. Trato de tomarlo así, como una motivación y no desde el lado de un ego.
-Con Kennys se vio un acompañamiento tremendo, ahora no solo él es la figura, te dió el espacio para que vos también tengas protagonismo ¿Cómo es el vínculo entre ustedes?
-Ken es un divino, es lo más. Desde el día uno que yo llegué acá hicimos una reunión para conocernos, y me recibió con la mejor energía. Ese mismo día nos ofreció vestirnos para lo que era la foto oficial del Bailando: todo lo consiguió él, me maquilló, me peinó con su gente con la que trabaja, todo. Desde las uñas hasta el cabello, todo me lo consiguió él sin ni siquiera conocerme. Ya había hecho todo eso por mí, y siempre está muy atento de lo que necesite.
Es super buena persona, y toda esa entrega también la pone en los ensayos, así que eso hace que tengamos un lindo vínculo, y un lindo equipo. Además, Fran (el coach) ayuda muchísimo al grupo porque él tiene toda la paciencia y de alguna manera es nuestro apoyo emocional en todo el proceso... A los ensayos le estamos dedicando el tiempo necesario, es decir ni más ni menos porque el cuerpo se agota y no queremos tampoco fatigar los músculos o estar cansados para la gala, pero cuando nos toca, le ponemos toda la fuerza hasta el último minuto.
La emoción de Morena al mostrar su pasión por la danza y vivirlo con su familia en primera fila
Cuando recibió aquella llamada que le confirmó oficialmente su incorporación a esta edición del certamen, Morena tomó sus valijas y se mudó a Buenos Aires. Desde entonces ha transitado un camino totalmente nuevo, lleno de muchas alegrías, pero sin dejar de ser retador.
Para ella, el haberse venido de su provincia, es como renunciar a todo lo que tenía antes: el lugar donde creció, donde se formó, con sus profesores, sus maestros, sus compañeros y sus afectos, lo que implica una cierta renuncia o desapego, pero a la vez, es una aventura emocionante, que apenas comienza a vivir.
"Buenos Aires es mucho más grande, mucha más gente, mucha más locura y eso hace que sea difícil adaptarte. Obviamente uno va haciendo lo que le gusta y se le hace un poco más fácil, más llevadero. Eso hace que no sea tan traumático, pero obvio que adaptarse al cambio, a la nueva vida que tengo a partir de que entré al Bailando, es difícil. Ojo, no quiere decir que sea feo para nada pero si es difícil, porque es adaptarte a algo que no estoy acostumbrada", explicó sobre su nueva vida en la ciudad de la fura, el lugar que se convirtió en su nuevo hogar.
"Nunca fui una persona mediática o conocida, ni de tener seguidores. Entrar así de repente al mundo del espectáculo y en el show más grande en Argentina fue un montón".
La confesión de Morena Sánchez tras su salto a la fama.
Además de trabajar fuerte por lograr mantener el lugar en la competencia el mayor tiempo posible, el otro gran desafío de Morena, ha sido trabajar en la ansiedad y las presiones para que no le afecten en lo personal, y, no se vea reflejado a la hora de bailar.
-No pudiste evitar emocionarte con la devolución del jurado. Y del otro lado, tus padres se emocionaron también con lágrimas ¿Qué sienten al mirar atrás y ver lo que has logrado desde que viajaste desde Mendoza para ir por tus sueños?
-Mis papás son todo. Ellos me han acompañado desde los tres años que empecé a bailar. Me acuerdo que mi mamá me llevaba a danza todos los días y así ella tuviera que hacer algo no le importaba y su prioridad era llevarme a danza y que no faltara. Fue formándome también como artista, porque siento que ella también es mi maestra artística: me inculcó mucha responsabilidad, me enseñó a que si yo quería bailar tenía que ir y no faltar, que tenía que ser perseverante.
Hoy en día miro para atrás y lo agradezco y le digo siempre: 'si vos no me hubieses exigido o inculcado todas esas cosas por ahí yo no hubiese seguido con la danza', porque la danza es como mucha perseverancia, seguir adelante todo el tiempo, renovarse, actualizarse y son cosas que si uno no las va manejando desde el principio después es difícil.
Mi papá también siempre apostó a mí. Trabajó siempre día y noche para que yo pudiera cumplir todo lo que se me antojaba: si quería ir a un certamen en Córdoba, si quería ir a algún curso de danza, él siempre estaba trabajando para no decirme ni un solo no, así que bueno gracias a Dios siempre me pudieron dar el mayor apoyo en todos mis pasos.
"Ver a mis padres en la tribuna es emocionante. Estoy cumpliendo mi sueño, pero además, estoy con ellos. Cuando vi (en la primera gala) que estaban mis papás ahí tan cerca llorando fue muy fuerte, porque son todo para mí".
La emoción de Morena tras su debut en el Bailando 2023.
-Tenés apenas 18 años y una impresionante carrera por delante. "Nace una estrella", dijo Ángel de Brito. Hoy que todas las miradas están puestas sobre vos ¿cómo vivís este cambio de vida y salto a la fama cuando se apagan las cámaras?
-Hay cosas que me ilusionan, que me hacen ilusión, como todas las palabras que dijo Ángel, fueron como una gran motivación, así como todo lo que dijo el jurado en general. Pero, también siempre están los comentarios negativos o todo lo que incluye la mediatización.
Yo no estoy acostumbrada todavía a la exposición, no me reconoce mucha gente todavía, pero si es como un poco abrumador, no desde un mal sentido sino porque algo que yo nunca me esperé y menos tan rápido. Fue muy rápido como subieron mis seguidores, de repente había notas mías en todos los diarios. Fue muy muy loco, pero lindo al mismo tiempo.
La realidad es que recibí muchos comentarios lindos, muchos comentarios de mamás con nenas bailarinas, que me decían yo me veo reflejada en tu madre, porque llevo a mi hija también todos los días a danza y demás. Y, es súper lindo ver eso y ver que cada día la cultura está cambiando para bien y está fomentando mucho más a los artistas desde temprana edad y que no sigamos viviendo con todos los prejuicios que por ahí había antes de que uno no podía ser solamente artista.
La "estrategia" de Morena Sánchez y Kennys Palacios para avanzar en la competencia
La bailarina aseguró que como equipo apuntan primero a estar muy unidos, y mantener el buen vínculo para verse cada vez mejor, de forma individual y como conjunto. Este miércoles traen su segundo ritmo: una cumbia pop, donde esperan nuevamente conquistar al jurado.
Morena insistió en la idea de cuidar a Kennys Palacios y hacer cosas que lo favorezcan en cada coreografía, reconociendo además, lo difícil que es para alguien que nunca ha bailado, presentarse en una pista como la del Bailando.
"Yo también me siento un poco inexperta porque recién fue la primera vez en la vida que estuve en una pista así. Entonces, los dos estamos tratando de confiar en nosotros mismos y dejar de lado un poco todo de afuera, queremos resguardarnos entre nosotros", sostuvo.
Asimismo, reveló que suelen tener mucha charla en cada ensayo, que lo más importante es que se sientan bien, para poder hacer notar el crecimiento que esperan tener como pareja. "Como en cualquier vínculo interpersonal, al principio obviamente hay menos confianza, después más, después hay amistad. Creo que somos un equipo lindo, fresco. Fran también es la primera vez que está como coach principal en el Bailando, así que de alguna manera somos los tres muy nuevos en esto y estamos viviendo con mucha ilusión este sueño. Los tres tenemos ese hambre de hacer las cosas bien, porque somos nuevos y porque realmente queremos sacar lo mejor de nosotros", insistió.
La especial conexión con sus abuelos en cada presentación
Morena perdió a su abuelo y abuela materna cuando tenía once años, pero los siente muy cerca cada vez que entra en personaje y sale a la pista. No solo se encomienda a ellos antes de salir al escenario, además, trata que cada performance sea una forma de rendirles homenaje.
"Siempre rezo un poquito antes de salir. Me encomiendo un poco a mi abuelo, a mi abuela de parte materna, que no los tengo ya. Mi abuela era bailarina de tango y tocaba el piano. Entonces de alguna manera me siento reconectada con ella y cada vez que salgo al escenario siento que ella está dentro de mí de alguna manera. Y, mi abuelo siempre me apoyó en la danza", contó con emoción.
-¿Tenés alguna cábala antes de salir a la pista o a qué te encomiendas para que todo salga bien?
-No sé si es cábala, pero yo soy muy de la meditación y de concentrar. Así que siempre 20 minutos antes mínimo trato de no hablar mucho, de no usar el celular, de no sacarme fotos, de nada. De no tener ningún tipo de relación que me haga perderme del foco. Más en el Bailando que hay tanta gente en el detrás, que se escucha todo lo que dice Marcelo, el programa y demás, trato de concentrarme bien, cerrar los ojos, respirar hondo, estirar y lo que hace cualquier bailarín.
Además, me propongo que lo voy a dar todo como si mis abuelos lo estuviesen viendo, y a veces trato hasta yo de creerme a mí misma que realmente lo está viendo desde algún otro plano. Entonces, nada, eso. Creo que encomendarse a sus seres queridos, a las personas que por ahí no están y que realmente querés que te llegue esa energía que te transmitían cuando sí estaban. Y concentrarse mucho.
