Se sabe que la China Suárez es una fiel amante de los animales y no evitó sacar a relucir su costado más sensible al conmoverse con la muerte de Charlie. La actriz se hizo eco de un video viral que compartió a las más de 120 mil personas que se suscribieron a su canal de difusión de Instagram.
“Adivinen quien vio este video un sábado a la noche y ahora no puede parar de llorar”, escribió junto a un emoji de carita triste y luego sumó una selfie en donde se pueden ver sus ojos humedecidos. En el mensaje, adjuntó un material que contenía la siguiente leyenda: “Hoy es el último día que le doy su baño. Ha estado conmigo desde que comencé mi carrera”.
El epígrafe del video contenía toda una reflexión de lo que significa la muerte para los animales que tuvieron el afecto de sus dueños, llamando el estadio como “Puente del Arcoíris”, el espacio que se ubica entre la Tierra y el Paraíso.
“Todos los animales que han estado enfermos o que eran ancianos, recuperan su salud y vigor; aquellos que fueron heridos o mutilados recuperan lo perdido y son fuertes nuevamente, tal como los recordamos en nuestros sueños de días y tiempos pasados. Los animales están felices y contentos, excepto por una pequeña cosa: cada uno de ellos extraña a alguien muy especial, alguien a quien tuvo que dejar atrás”, explica.
“Corren y juegan juntos, pero llega un día en que uno de ellos se detiene de repente y mira a la lejanía. Sus brillantes ojos se ponen atentos; su impaciente cuerpo se estremece y vibra. De repente se aleja corriendo del grupo, volando sobre la verde hierba, moviendo sus patas cada vez más y más rápido”, agrega el sentido escrito.
La divertida anécdota de la China Suarez con su primera mascota
Hace un tiempo, cuando visitó La peña de morfi, la actriz reveló: "Mis papás no me dejaban tener animales en casa y yo tenía una pasión por los animales, así que empecé a ir todos los fines de semana a la casa de una amiga que tenía un hámster hasta que su mama me ofreció tener uno... Así que le consultamos a la mía y me dijo que 'mientras ella no lo viera, estaba bien'. Fuimos a la veterinaria, elegí uno, y cuando lo revisé después vi que tenia dos bolitas en la panza, así que asustada lo llevé al veterinario".
"Se llamaba Kitty, pero cuando lo revisó el veterinario me dijo que las bolitas eran sus testículos, así que le puse Kinder", contó entre risas.
Después mencionó que en una pelea con su amiga, ella la amenazo con deshacerse de su mascota si no la iba a buscar, así que logró convencer a su mamá de que la dejara tenerlo. "Fuimos a la mañana a buscarlo, y todavía me acuerdo de cómo se lo dieron en la pecera a mi mamá. Estuvo casi 5 años en casa", recordó nostálgica Eugenia.