Piedra, madera y tonos tierra. La mansión de Guillermo Andino y Carolina Prat ubicada en la localidad bonaerense de San Isidro tiene la calidez de un verdadero hogar en el que pasan sus días junto a sus hijos, Sofía, Vicky y Ramón.
"Todo el diseño de la casa es mío. Fue un sueño conseguir dos terrenos juntos en Martínez. Eran terrenos vírgenes, pertenecían a la quinta de Rodríguez Larreta: es la casa que está sobre la barranca, y estos terrenos eran vírgenes porque eran el parque de la casa. Se conservaron varios de los árboles", afirmó la esposa del legendario conductor en una entrevista.
La casa -que tiene una superficie de 1.500 metros cuadrados y un valor estimado de 2 millones de dólares- tiene líneas simples y detalles de materiales naturales como la madera y la piedra. Constantemente hay cambios sutiles efectuados por ella, debido a que se define como una “persona inquieta” que siempre necesita estar “moviéndose”.
“Estas características, con tanta luz, se respetó el recorrido Este y Oeste del sol nos permite disfrutar la casa con luz natural", explicó Andino al hacer referencia a las amplias aberturas que aportan una vista destacada del jardín.
El living, el punto de encuentro
El lugar preferido de la pareja es el living, punto de encuentro con la familia y amigos. Con una imponente mesa de madera estilo campestre para diez comensales, es ideal para un asado de domingo en el que se puede disfrutar de las vistas hacia el exterior donde la piscina y el parque invitan a la relajación.
Los ambientes fueron decorados siguiendo la línea del feng shui y en cada metro cuadrado se observa la intención de sacar toda frialdad para que parezca un hogar. De hecho, la propia Carolina ha confesado que, a pesar de tener el aire acondicionado prendido, enciende la chimenea porque le gusta sentir el aroma a la leña cuando se está consumiendo por el fuego.