Hablar de una historia de amor, también es hablar de la historia de Silvina Luna y su hermano, Ezequiel. Su fuerte conexión se hizo mucho más visible con la internación de la actriz, ya que fue él quien se encargó de informar sobre su salud y por supuesto, de cuidarla a toda hora desde el hospital.
Aunque durante este tiempo evitó dar declaraciones en cámara y su rostro para algunos, puede que sea desconocido, a puertas adentro, vivió el proceso de Silvina como propio. Quienes la visitaban en el centro médico, lo vieron ahí día y noche, sin despegarse de la habitación, y atento a cada petición, mejoría o noticia de la famosa.
En una charla con el periodista Juan Etchegoyen, por Mitre Live, confesó el pasado mes de julio: "Va todo muy lento, es como están diciendo... lo que tiene ella es un problema crónico, mañana haremos un parte más extenso así se sabe bien lo que fue pasando", comenzó diciendo.
"La vida de Silvina cambió y ya no va a ser lo mismo, ya hace años de esto, no es vida"
Ezequiel cuidó siempre la intimidad de su hermana, pero nunca dejó de alzar la voz por ella: "Todavía no está al 100% viste, hay que generar tranquilidad en la gente que la quiere", dijo sincero, sin saber lo que se vendría después.
La pérdida de sus padres y la promesa de cuidarse hasta el final
Durante años les toco juntos afrontar momentos difíciles, como la muerte de sus padres, y desde ese momento se unieron mucho más como familia, y prometieron cuidarse siempre, promesa que evidentemente cumplieron, y que se vio reflejado hasta el último suspiro de Silvina, ya que él, nunca le soltó la mano.
En marzo del año 2008, su padre, Sergio "El Negro" Luna falleció a sus 50 años y Roxana, su madre, sufrió una muerte súbita tan solo meses después, en agosto de ese mismo año. "Mamá se fue detrás de él", fueron las palabras de la actriz en una nota con Teleshow.
Durante esa entrevista, la artista habló de su vínculo con Ezequiel: "Con mi hermano somos súper cercanos, súper amigos y compañeros. Siempre fuimos muy unidos. Yo tuve mucha protección sobre él desde muy chico y, obviamente, cuando pasó lo que pasó se vino a vivir acá y estamos todo el día hablando y nos vemos casi todos los días", expresó sobre la incondicional relación entre ellos.
Silvina contó en mayo de este año, en su última aparición en la televisión que su hermano estaba dispuesto a donarle un riñón. Y, no pudo evitar quebrarse al hablar de su vínculo: "hablo de él y me emociono", anticipó entre lágrimas en LAM (América TV).
El vínculo de hermanos que se fortaleció con los años
Aunque no tuvieron una historia fácil, el tenerse uno al otro, hizo que todo fuese mucho más ligero, incluso los golpes de las pérdidas. Ezequiel y Silvina se acompañaron en sus mejores y peores momentos, y luego de reconocer que la vida de su hermana no sería la misma tras su operación con Lotocki, la acompañó incondicionalmente hasta su último momento.
Ezequiel es cinco años menor que ella, y cuando comenzó la batalla de la actriz por su salud, decidió mudarse de Rosario a Buenos Aires, con la intención de estar mucho más cerca y acompañarla en todo momento.
Desde que la internaron, él tomó las riendas, pero decidió mantenerse bajo perfil. "Yo lo único que quiero tener en la cabeza ahora es a mi hermana. Te pido por favor que le pidas disculpas a todos los que me escribieron pero estoy con la cabeza solo en Silvina. Por eso, no quiero ni pelear ni agradecer ni nada, porque me voy a concentrar en cuidar a Silvina", fueron las palabras de Ezequiel a Ángel de Brito.