Diego César Topa (47) es su nombre completo. Aunque, claro, desde el año 2000 -cuando fue elegido al frente del emblemático programa Play House Disney- para todos simplemente es Topa, el gran referente de la conducción y animación infantil. Y así lo siente frente a GENTE en el teatro El Nacional, donde, acompañado por su hija Mitai (3), el artista primero eligió cada uno de los looks que lucirá en nuestra tapa digital, luego posó a puro histrionismo y ahora se sienta a conversar a agenda y corazón abiertos con GENTE.
Diego Topa y su hija Mitai…: ¿futura artista?
-¿Cómo fue tu infancia en la localidad de Caseros? ¿Tenés lindos recuerdos familiares?
-Sí, tuve una hermosa infancia, con los mejores recuerdos de mi barrio y una familia bien tana: padres, hermanos y primos con los que, hasta el día de hoy, solemos juntarnos los domingos a comer pastas o asado. Soy una persona que disfruta mucho de la familia. Por eso me gusta que mi hija crezca en ese entorno de amor y contención. Soy un afortunado que pude jugar a las escondidas en la calle, trepar en los árboles y pasar horas en la plaza, algo que hoy se le complica más a los chicos. Yo siempre digo: “Los momentos vividos son únicos e irrepetibles” y trato de que mi hija acumule en su memoria ese tipo de experiencias.
-¿Cómo es Mitai? ¿Vamos a poder conocer su carita algún día?
-Mitai es un sol: llegó para darnos alegría a todos. .. Respecto al tema de compartir imágenes de ella, se va a dar cuando ella lo decida porque, por ahora -si bien es súper graciosa, desenvuelta y nada tímida- evita las fotos, cosa que yo le súper respeto. A lo mejor, cuando sea más grande y empiece a conocer las redes sociales, le pica el bichito de la curiosidad. Lo que sí te puedo adelantar es que es una amante del teatro: vino a todas mis funciones de vacaciones de invierno y también la llevé a ver varias obras de mis colegas -¡no quiero que piense que el único conductor infantil es su papá!- y se súper enganchó. Igual, creo que lo que más adora es acompañarme al teatro y quedarse detrás de bambalinas, jugando con objetos del decorado y charlando con los bailarines. En ese lugar es súper feliz.
-¿Creés que va a seguir tus pasos como artista?
-Dicen que es difícil que el fruto caiga lejos del árbol y sospecho que será el caso de Mitai, pero nosotros la criamos para que ella pueda elegir vivir cómo quiera.
-Le debe parecer raro comprobar que tantos chicos son fans de tu papá, ¿no?
-Bueno, eso es muy curioso: jamás le tuve que explicar a qué me dedico o por qué los chicos me piden una foto. Es algo que entendió y asimiló sola, perfectamente, y nunca le generó celos. De hecho, yo conté varias veces que, cuando comenzó el jardín me pidieron que no la lleve yo al colegio porque generaba un poco de alboroto en la puerta con sus compañeros, pero ya no: ahora sólo soy “papá Tebo”, como me llama Mitai. Punto. Todos lo entienden así. Lo gracioso es que aparecen adolescentes que me conocen desde Casa de Disney Junior, por ejemplo, y me saludan tan cariñosamente como los más chiquitos.
-¿Cómo te definirías como papá?
-Me gusta mucho que Mitai siga ciertas rutinas porque la ordena y le da seguridad. A ver: en vacaciones de invierno vivimos a full, sin horario y a libre demanda, como considero que tiene que ser porque es clave que los chicos también tengan cierta dosis de “caos organizado”, por llamarlo de alguna forma. Pero, una vez que volvieron las clases, todo se encausó. Hago que bañe y cene temprano porque madruga mucho. ¡Y eso no cambió en vacaciones! ¡Se despertaba 6 AM cuando todos podíamos dormir! (se ríe).
-¿Te cuesta ponerle límites?
-Ella es muy adulta, por decirlo de alguna forma, y nos da poco trabajo en ese sentido pero, obvio, tiene tres años y a veces hace berrinches o se pone caprichosa y hay que explicarle por qué no podemos permitirle determinadas cosas. ¿Pero te digo la verdad? Es una nena que me hace todo muy fácil: pensá que la llevo de gira, la despierto 2 de la mañana para subirla a un avión o un micro que nos lleva al interior del país, y ella viaja feliz. De hecho, cuando, cuando ve un micro en Panamericana, grita entusiasmada: “Mirá pa, ellos se van de gira!”.
-¿Siempre tuviste el deseo de ser papá o el deseo apareció en los últimos años?
-Siempre supe que quería ser papá: era mi sueño desde chico. Fue hermoso que la ciencia nos ayude a ser papás a aquellos que tenemos ganas de formar una familia y dar amor.
Diego Topa y la posibilidad de volver a ser padre
-No hablás mucho de tu pareja, pero entiendo que la crianza de Mitai es cien por ciento compartida…
-Claro: desde la decisión de tenerla hasta la elección de su colegio es de a dos. No hay familia sin equipo y nosotros lo tenemos. Yo no hablo mucho de mi pareja porque respeto su intimidad pero no tengo nada que ocultar: compartimos cada actividad de nuestra hija y Mitai tiene clarísimo que somos dos papás. Ella entiende todo y no se cuestiona absolutamente nada: sabe que hay diferentes tipos de familia y que nosotros somos un modelo entre esa gran variedad que existe.
-¿Sos una “víctima” del chat de de papis del colegio de Mitai?
–(Se ríe) No soy una víctima. ¡Lo disfruto y soy un papá muy activo en el chat! Ahí me saco el traje de Topa, soy “papá Tebo” y estoy en el día día: si hay que llevar corchitos, papeles de colores o pensar en el disfraz de un acto escolar ya saben todos que cuentan conmigo. Es más, a veces, por ese chat me entero que los padres vinieron a verme al teatro con sus hijos y me enojo porque no me pidieron entradas.
-¿Te gustaría tener otro hijo?
-(Piensa unos segundos) Mirá, en este momento te diría que no. Ojo, a veces veo un bebé y digo: “!Que lindo tener otro hijo!" Pero, realmente, no es el momento. La pandemia me afectó mucho en lo laboral -como a tanta gente, claro- y estoy en una etapa de renacimiento que quiero explotar al máximo. De hecho, grabé un disco con Luli Pampín -una artista italiana que es crack- y en breve viajaré a España para seguir trabajando juntos. También estoy por publicar un libro de recetas y otro de cuentos… Son muchos proyectos que me entusiasman y, si decidiéramos tener otro hijo, me gustaría que fuera en un momento en que pueda parar un poco el ritmo y dedicarle el tiempo que necesita un recién nacido.
-¿La pandemia te dejó secuelas?
-Recién ahora estoy confirmando que sí, creo que a todos nos golpeó mucho: noto a la gente muy fóbica y paranoica. Sin hablar de cuánto nos afectó económicamente, claro. Por eso vuelvo a lo que te decía antes: para mi este año es un renacer y quiero disfrutarlo a pleno.
Una amistad de 20 años: Diego Topa y Erica Rivas
-Contaste en Noche al Dente que sos muy amigo de Erica Rivas, y pocos conocían ese dato de tu vida...
-(Ríe) !Somos súper amigos! Nos conocimos trabajando en la película El dedo en la llaga y compartimos tardes de mates, de impresión de fotos y cvs para llevar a cástings y mucho viaje en colectivo: Erica es de Ramos Mejía y yo de Caseros, ambos de zona Oeste. La quiero y admiro un montón. Cada interpretación de ella para mí es es una clase magistral de teatro. Te doy un dato que muchos no saben: actuamos juntos en un capítulo doble de Casados con hijos. Los fans del programa lo van a recordar: yo hago de un repositor de supermercado que interactúa con María Elena Fuseneco.
-¿Les gustaría volver a trabajar juntos?
-Nos encantaría. De hecho, desde hace un tiempo tenemos la idea de filmar una comedia familiar al estilo Adam Sandler y Drew Barrymore. Creo que podría funcionar, ¿no? Todavía no tenemos guion pero estoy seguro de que lo vamos a encontrar y, en algún momento, lograremos concretar ese sueño.
-Gerardo Rozín había creado un proyecto de televisión para vos… ¿Hay planes de llevarlo a cabo?
-Está ahí, stand by. Se trata de un programa para toda la familia que ideó Gerardo. Te aseguro que es, simplemente, precioso y me encantaría realizarlo pero, por ahora, no está en marcha. Otro pendiente que sumo a mi agenda laboral (sonríe).
-¿Eras amigo de Gerardo?
-Gerardo me “descubrió”, por llamarlo de alguna forma, gracias a su hija que era fan mía. Vino a ver todos mis shows y así nos conocimos. Era una persona encantadora y con una generosidad increíble y la idea de trabajar juntos siempre nos interesó, aunque lamentablemente no se concretó.
-Tus shows siempre fueron inclusivos y, ya hace dos décadas, con una propuesta muy de avanzada: ¿Sentías la necesidad de compartir un mensaje de libertad con los chicos?
-Sí, era y es mi objetivo. Sé como tu quieras ser es una canción que tiene un mensaje muy claro. Me ha pasado varias veces que se me acercaran padres para contarme: “Gracias a ese tema entendimos lo que nos quería decir nuestro hijo”. Yo quiero que los chicos sepan que pueden ser libres de elegir con el corazón cómo desean vivir. Siento que esta generación puede disfrutar de su vida sin prejuicios y miedos, algo que la mía padeció mucho. Hoy no existen colores de nenas o de varones y los juguetes no tienen sexo. Mi gran sueño es que todos los chicos puedan mostrarse como son y sean aceptado.
-¿Pensás que le vas a dejar un mundo un poco mejor a tu hija?
-Estoy convencido de eso. Yo lo siento, lo percibo, lo noto: hay un cambio de paradigmas y los chicos de hoy van a vivir su adultez con mucha más libertad y orgullo que mi generación. Te lo aseguro.
Fotos: Fabián Uset
Producción y estilismo: Sofía Perez y Santía
Videos: Martina Cretella
Agradecemos a: Bolivia, This Is Feliz Navidad y muy especialmente al Teatro El Nacional por la locación.
Maquilló y peinó: Mariana Boe
