Travesía en el Witness, el velero testigo de crímenes ambientales – GENTE Online
 

La travesía de GENTE a bordo del velero de Greenpeace, en defensa del Mar Argentino

Subimos al Witness, para retratar sus "confrontaciones no violentas" contra los crímenes ambientales en un mar que alberga una de las biodiversidades más amplia del planeta.
Ecología
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Un equipo de GENTE se embarcó en una travesía por el mar argentino a bordo del Witness, la nueva nave de la flota de Greenpeace, un velero de 22,5 metros de largo construido en 2003 en Sudáfrica, diseñado para llevar adelante expediciones polares. El objetivo de la misión es claro: “Vigilar, buscar información y documentar todo lo que se pueda sobre la abundante biodiversidad de las zonas de interés de la invasiva industria petrolera y pesquera”, así lo dice Bruno Giambelluca, jefe de la operación en tierra y marinero raso en el mar. Me advierte que “la contaminación en los mares es muy grave, además hay nuevas amenazas”.

El irlandés Patrick Brink, capitán del Witness.

El Witness fue remodelado por los ingenieros de la organización no gubernamental para que cumpla el rol que indica su propio nombre: “Testigo”. Tiene paneles solares, turbinas eólicas y un sistema optimizado de administración de energía, aunque su forma principal de propulsión es a través de las velas, además cuenta con una quilla y timón que se elevan, lo que le permite navegar no sólo en aguas profundas, sino que también por zonas inaccesibles para barcos más grandes. En resumidas cuentas, el velero hace honor a su denominación, al transportar por lugares de difícil accesibilidad a testigos de los crímenes ambientales sobre los océanos

Las ballenas que custodia el Witness desde su transitar en el Mar Argentino.

Una aventura en el Witness

Bruno tiene 31 años y a los 18 se inició como voluntario en la organización ambientalista internacional. Ya lleva decenas de campañas, tanto en tierra como en mar, algunas de riesgo y desde hace un tiempo oficia de vocero de la causa climática en cumbres mundiales.

El capitán del Witness es Patrick Brink, un irlandés curtido en mar. El primer oficial es Guven Daragon, nació en Francia y durante sus vacaciones se embarca en un viejo barco a vela que recorre el Pacífico y el Mediterráneo trasladando especias, a la vieja usanza; el ingeniero mecánico es Erkut Ertürk, un turco con sobrada experiencia en naves de Greenpeace que escucha música clásica mientras timonea y baila tango en cubierta cuando el tiempo y el mar se lo permiten, y la belga Lis Vercamere, marinera de cubierta y experta cabalgadora de olas gigantes. No tengo dudas, Conrad, Stevenson, Melville, O’Brian, Forester, Kent se hubiesen hecho un festín con ellos.

La nave por fuera, con sus elementos de búsqueda y auxilio.

El resto de la tripulación estaba integrada por Juan “Juancho” Gabriel Luna, de 25 años, estudiante de Biología, también comenzó su activismo dentro de la organización a los 18; Osvaldo Tesoro, un fantástico productor audiovisual y paramédico de 46 años que se curtió en ambulancias de emergencias; el otro voluntario es Martín Novara, que reparte su tiempo entre sus estudios universitarios en Gestión ambiental y trabaja en el área de Energías Renovables de la Fundación Patagonia Natural donde lleva adelante un proyecto de instalación de termotanques solares en distintos puntos de Río Negro y Chubut. Es el más joven de la tripulación, cumplió los 18 pocos meses antes de la travesía. La tripulación la completa Elisabet Correa, defensora de animales, además de productora audiovisual de GENTE, y el arriba firmante.

La travesía de GENTE a bordo del velero de Greenpeace, en defensa del Mar Argentino
Bruno Giambelluca, marinero raso en el mar y jefe de la operación, en tierra.

Fueron siete noches de navegación a velas desplegadas y el mar, que tiene sus propias reglas y caprichos, se amotinó junto al frío invierno austral y la misión de avistamiento se volvió una verdadera peripecia en el Atlántico. El fuerte oleaje, el viento y la tormenta que nos persiguió durante toda una semana, nos impidió tener demasiado contacto con la majestuosa y amenazada biodiversidad de la que me habló Bruno.

Pero logré desentrañar algunas facetas del ADN de Greenpeace, de Paz verde, de ese ejército de voluntarios que ejercen la resistencia pacífica y se juegan la vida para dar testimonio y defender el medioambiente. La trama de esta historia se encuentra desplegada, como las velas del Witness, en la edición de julio de revista GENTE. Un reportaje escrito sin dramamine.

Registro y dirección de video: Elisabet Correa
Edición de video: Cristian Calvani
Agradecemos a Greenpeace Argentina (greenpeace.org/argentina/), Instituto de Conservación de Ballenas (ballenas.org.ar) y Fotero Patagónico (@fotero_patagonico), CONICET (conicet.gov.ar), Observatorio Punta Flecha y Fundación Patagonia Natural

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