A 12 años de su muerte, el fatídico concierto que marcó el final de Amy Winehouse – GENTE Online
 

A 12 años de la muerte de Amy Winehouse: cómo fue el último concierto con vida de la diva del soul

Amy Winehouse, 12 años de su muerte: cómo fue su último concierto
En el marco de su gira mundial, y tras exitosos shows previos, aquella fatídica presentación en Belgrado, Serbia, que prometía mucho, fue la última postal que marcó el final de su icónica y fugaz carrera.

Este 23 de julio se cumplen 12 años de la muerte de Amy Winehouse (1983-2011), la estrella británica que fue considerada por la crítica, "la promesa del soul". Aquel día, la artista de 27 años fue encontrada en su casa del barrio londinense de Camdem bajo una intoxicación etílica tras un largo historial con el consumo de drogas y alcohol.

El hecho ocurrió apenas un mes después del que sería su último concierto con vida, en Belgrado, capital de Serbia. Espectáculo que la icónica y controversial cantante se lamentó, luego de protagonizar uno de sus shows más bochornosos en su carrera.

Es que la actuación que prometía mucho tras el gran concierto que había ofrecido en Londres unos días antes, terminó siendo desastrosa y tuvo como consecuencia las burlas y abucheos del público presente.

Imagen de archivo: Amy Winehouse en Brasil, 3 meses antes de su último concierto.

Ese día se presentó enfundada en un vestido negro con estampado de bambú, diseñado por su estilista y amiga Naomi Parry. Una prenda ajustada que combinaba perfectamente con su casi imposible peinado, al más puro estilo de los años cincuenta.

Sin embargo, la actuación que prometía mucho, tras varias fechas realizadas con éxito en distintos países, terminó siendo desastrosa y tuvo como consecuencia las burlas y abucheos de sus propios seguidores. Cerca de 20 mil personas que estuvieron presentes en el que sería su último concierto con vida fueron testigos de una perfo en la que Amy no podía mantenerse en pie ni pronunciar bien las letras de sus canciones.

Amy Winehouse: su último concierto en vivo
Amy Winehouse en su último concierto en vivo en Belgrado, Serbia.

Según la prensa, nadie podía creer que su equipo de producción la dejara subir a cantar en ese estado, en el que nadie sabía si estaba muy ebria, muy drogada o ambas.

El escándalo derivó en una cancelación inesperada del resto de su gira mundial. Es que, tal y como se hizo eco la prensa británica, la diva del soul sufrió un recaída luego de haber permanecido tres años alejada de las drogas y el alcohol.

Aunque algunas fuentes de su círculo íntimo señalan que la artista seguía en una dura lucha contra su alcoholismo, lo cierto es que Winehouse tenía ganas de tener su gran retorno a los escenarios tras haberse mantenido limpia de vicios por algunos años. Sin embargo, sus demonios fueron más fuertes y desencadenaron una recaída abismal que terminó con la vida de la cantante que reivindicó el soul.

Imagen de archivo: el último concierto con vida de Amy Winehouse en Belgrado: ese día se presentó con un vestido negro con estampado de bambú, diseñado por su estilista y amiga Naomi Parry. (AP Photo/File)

Amy Winehouse sólo vivió 27 años, pero su figura alcanzó la de mitos como Marilyn Monroe, Elvis Presley o Michael Jackson. Todos artistas angelados que hipnotizaban a su público pero que ni su fama y ni su éxito pudo sobrevivir a sus demonios.

Además de las lamentables imágenes y videos de la cantante británica, el último recuerdo tangible de aquella bochornosa noche, fue vendido por una cifra astronómica: el vestido que llevó en su último concierto fue adquirido por más de 200.000 euros.

La muerte de la promesa del soul: cómo fueron sus últimas horas con vida

Un mes después del fatídico concierto de Belgrado, el 23 de julio, la cantante británica que saltó a la fama en 2006 por su canción Rehab murió a los 27 años de una sobredosis en su casa de Londres.

Con el éxito a sus espaldas y más de 20 millones de dólares en su cuenta, la nueva reina de la música internacional se supo confesar adicta a “la bebida, la marihuana, el crack y el valium”. Además, sufría de un enfisema pulmonar por el abuso de drogas y de una enfermedad cutánea contagiosa.

Amy Winehouse era considerada la promesa del soul ya que supo revalorizar el género. (Foto: Fotonoticias).

Aquella cruda tarde de julio en que Amy Winehouse murió, después de una impiadosa agonía, tirada en la cama de su departamento del norte londinense, presuntamente drogada, alcoholizada, con el corazón roto (o ya demasiado roto), el universo estaba concentrado en mirarla irse, con su voz a cuestas y una botella de whisky en la mano, insultando a algún fan pesado o a un ex novio -como supo expresar en alguno que otro show, o en sus mismas canciones-.

Triste porque sí, por esa inclinación a la melancolía que se tradujo en angustia, en trastornos compulsivos y en un vertiginoso tobogán hacia su propia muerte. Dejó varias causas abiertas (legales y personales), un visado a los Estados Unidos sin usar, decenas de millones de dólares obsoletos, y un puñado de gemas apiladas en sus dos geniales discos: Frank y Back to Black.

Amy Winehouse junto a su más grande éxito: su álbum Back to black, su obra de arte que se basa en las reflexiones y largas charlas sobre sus adicciones.

La encontraron unos paramédicos que llegaron a las 15:54 del sábado, y once minutos después lo reportaron a las autoridades. La noticia luego siguió su siniestra caravana, las redes sociales reprodujeron el tema hasta el infinito y en pocas horas el planeta se encontró discutiendo el tema con total impunidad: que era predecible, que no sorprendió a nadie.

Una muerte que, por otro lado, forjó sus propios mitos, como el del 'Club de los 27' en el que ahora entra Amy -ese grupo de rockers incomparables que murieron a esa edad, víctimas de sus propios excesos: Kurt Cobain, Janis Joplin, Brian Jones, Jimi Hendrix, Jim Morrison, entre otros-.

Imagen de archivo: Personal forense retira el cuerpo de Amy Winehouse de su casa en Londres, 23 de julio de 2011. (Foto: Gareth Cattermole/Getty Images)

Qué reveló la autopsia sobre las causas de la muerte de Amy Winehouse

Finalmente, el informe de la autopsia confirmó que la diva del soul –que se negó una y otra vez a encarar una rehabilitación contra su alcoholismo– sufrió una “muerte accidental” tras haber consumido cantidades excesivas de alcohol. Cabe mencionar que Amy Winehouse llevaba tres semanas sin beber desde su última recaída.

Sin embargo, finalmente su voz entrañable se ahogó en un mar etílico. Una sobredosis fatal de alcohol, su eterna compañía para ahogar las penas. Esa fue la causa que llevó a la muerte a la cantante Amy Jade Winehouse el 23 de julio de 2011, en su residencia de Camden, el barrio londinense famoso por tener los mercados callejeros más extravagantes.

Según fuentes cercanas a la diva del soul, Winehouse libraba una dura batalla día a día contra su alcoholismo.

El informe determinó que presentaba 416 miligramos de alcohol por 100 mililitros de sangre. Sólo para darse una idea: cinco veces más que la tasa de 80 miligramos permitida por la ley británica. Un exceso fatídico que la llevó primero al coma, y luego a la muerte.

Las tres botellas de vodka vacías, dos grandes y una pequeña fueron los únicos testigos de sus lágrimas y su último arañazo de voluntad. Muchos dicen que una de las causas de su “no querer más nada” fue su amor por el único chico malo que se robó su corazón: su ex marido Blake Fielder-Civil, a quien se señala como el responsable del naufragio de Amy en las adicciones.

Aunque la autopsia que se le practicó luego de su deceso no aclaró las causas de su muerte, los análisis toxicológicos descartaban presencia de sustancias ilegales en su cuerpo. Tres meses después se conoció el veredicto: “Muerte accidental por consumo de alcohol”. La jueza forense Susanne Greenway aclaró que “había consumido una cantidad de alcohol suficiente que le provocó muerte súbita”.

El ex marido de Amy, Blake Fielder-Civil, fue señalado como el responsable del naufragio de la artista en las adicciones.

El historial de Amy Winehouse con el alcohol

No era la primera vez que Winehouse iniciaba una cura por sus propios medios y volvía a reincidir. “Ella podía beber durante dos o tres semanas y luego parar otras tres semanas”, aseguró su padre, Mitch. Pero esta vez su organismo no lo toleró. Un último “stop and go” (parar y seguir) terminó siendo letal.

En tanto, su médica personal, Christina Romete, que estuvo presente en la difusión de los resultados de la investigación, contó cómo había visto a la artista en sus últimas horas: “Amy se opuso a cualquier tipo de terapia psicológica. Era una de las mujeres jóvenes más inteligentes que conocí. Estaba decidida a hacerlo todo a su manera, incluida su terapia. Tenía opiniones muy estrictas sobre eso".

Por su parte, la doctora descartó que la cantante ingiriera aquellas cantidades desorbitadas de alcohol como un intento de suicidio: “Miraba hacia el futuro, y estábamos discutiendo los planes para su próxima fiesta de cumpleaños”. Contó que no quería morir, porque todavía no había conseguido todas las cosas que quería hacer.

Según reveló su médica personal, Christina Romete, Amy no quería morir, porque todavía no había conseguido todas las cosas que quería hacer.

La artista que exorcizó sus males y los convirtió en éxitos

"Ella me decía que estaba triste y me contaba su historia personal, lo perdida que estaba y que su padre quería ayudarla. Ahí fue cuando me dijo: ‘Ellos trataron de meterme en rehabilitación, pero dije no, no, no’, relató Mark Ronson, productor de su segundo disco, Back to Black (2006).

Eso que me contás sería una canción genial”, se le ocurrió a él. Tres minutos 36 segundos: una prédica contra sus demonios, que pasó a ser su único éxito top 10. El exorcismo de sus males convertidos en canciones. Así nació Rehab, su máximo hit autoreferencial, que “inicialmente no fue una canción. Arrancó como una conversación".

Según contó Mark Ronson, productor de su segundo disco, Back to Black: su mayor éxito surgió de una conversación en la que Amy se sincera sobre la dura lucha de sus padres por llevarla a rehabilitación.

Sin embargo, consciente de sus adicciones, la diva del soul que fue recurrente de las comisarías y cárceles británicas, y cuyos padres, Mitch y Janis Winehouse, llegaron a rogar públicamente "a los traficantes de drogas que dejen de suministrarle crack a Amy". La artista parece haber sabido el final de su historia desde siempre. Tal y como reza en uno de sus párrafos, tristemente, “siempre con una botella cerca”. La misma que la llevó a abandonar el mundo de los vivos.

Imagen de archivo: Mitch y Janis Winehouse, padres de Amy Winehouse, abandonan la corte de Saint Pancras Coroner en Londres, 26 de octubre de 2011, tras escuchar el informe oficial de la causa de muerte de su hija. (Foto: AFP PHOTO/Leon Neal).

Así, la estrella rebelde del soul que se apropió de la industria musical internacional, que supo compartir shows con los Rolling Stones o trabajar duetos con las estrellas más reconocidas del negocio del entretenimiento, como Tony Bennett, se apagó con apenas 27 años.

Amy Winehouse murió con tan solo 27 años. Sin embargo, su memoria y su música continúan en el recuerdo.

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