Cerca de cumplir 81 años, el próximo 13 de julio, Harrison Ford se animó a volver a lucir la campera de cuero y el sombrero y habitar el mundo de Indy, el intrépido arqueólogo que con su látigo combina intensidad e inteligencia con toques cómicos y mucho físico. Se trata de Indiana Jones y el dial del destino, la quinta y última película de la saga que lo convirtió en una de las estrellas indiscutidas de Hollywood y está hoy en cines. No sólo eso: es protagonista de dos series con muy buena acogida. Es un terapeuta que lucha contra el mal de Parkinson en Shrinking de Apple TV+ y un patriarca de una familia ganadera de Montana en 1923 de Paramount+.
Así logró vencer los prejuicios del paso del tiempo y encontró la forma de seguir vigente. Hoy acumula una fortuna de 300 millones de dólares y no piensa parar de actuar. En una entrevista con la presentadora estadounidense de televisión Ellen DeGeneres contó su secreto. “Bicicleta, tenis y una dieta sin carne roja ni harinas”. Incluso en la conferencia en Cannes, donde se presentó el filme, una periodista destacó que sigue siendo sexy y él contestó: “He sido bendecido con este cuerpo. Gracias por notarlo". Una clásica respuesta de un hombre que eligió construir su carrera como un carpintero, paso a paso, con materiales nobles y mucho esfuerzo. Y que prefiere mantener su vida privada puertas para adentro, algo que demuestra en cada entrevista que da, en donde encuentra formas sutiles de escapar a cada una de las preguntas que lo incomodan y se les escapan varias malas palabras.
Más allá de que sus películas han recaudado colectivamente casi 10 mil millones de dólares en todo el mundo y regularmente ha obtenido más de 20 millones por película, nunca ganó un premio Oscar. No dirigió ningún filme ni tiene una compañía de producción (sólo obtuvo tres créditos de productor en más de 45 películas). A él nunca le interesó correrse del lugar de héroe bueno ni demostrar en la industria que su arco narrativo podía incluir otro tipo de personajes, como un villano ("Prefiero ser parte de una declaración positiva", dijo). Lo que sí hizo fue retomar personajes muchos años después, como hizo con Han Solo, Indiana y Rick Deckard, en Blade Runner. Además de trabajar con los directores más destacados de Hollywood: George Lucas, Steven Spielberg, Ridley Scott, Francis Ford Coppola, Roman Polanski y Robert Zemeckis.
De carpintero amateur a ser el elegido por George Lucas
Harrison Ford nació en Chicago y es el mayor de dos hermanos. Su pasión por la actuación llegó después de lograr mediocres notas en la Universidad y encontrar en el drama a una compañera. Junto a su novia de la juventud, Mary Marquardt, con quien se casó en 1964 y tuvo dos de sus cinco hijos, Benjamin y Willard, se mudaron a Los Ángeles donde el aprendiz de actor intentaba hacerse conocido. Sus primeros papeles ni siquiera ameritaron que apareciera en los créditos, hasta que George Lucas lo fichó para American Graffiti. En paralelo, Ford empezó a hacer trabajos de carpintería para mantener a su familia. Y fue gracias a ese rubro que sin que estuviera destinado a hacerlo terminó realizando un casting para convertirse en Han Solo, uno de los personajes más entrañables de Star Wars.
Cuenta la leyenda que estaba desarrollando trabajos de construcción en la entrada de la oficina de Francis Ford Coppola en Goldwyn Studios y que un día Lucas entró con Richard Dreyfuss, quien estaba siendo considerado para Star Wars, y le pidió a Ford que leyera frente a los otros actores unas líneas de un filme de ciencia ficción. Resultó ser la letra de Han Solo y, más allá de que el realizador no quería repetir actores con los que había trabajado, no hubo dudas. Dos semanas después, empezaría el camino de una de las leyendas de Hollywood.
Más allá de que Star Wars: una nueva esperanza (1977) no fue en su momento el éxito que se esperaba y que él no quería firmar para ser parte de la trilogía original, la saga se convirtió en una de las más exitosas de todos los tiempos y tuvo seis películas más, precuelas, series derivadas y un universo que no para de expandirse. Incluso Han Solo pudo tener, en Star Wars, episodio VII: el despertar de la fuerza (2015) un final con el que Harrison había coqueteado: poético y trágico.
Pero no fue la Guerra de las Galaxias lo que lo llevó a otro nivel sino otro personaje, el de Henry Walton Jones, Jr. (más conocido como Indiana Jones). La historia es similar: Lucas no quería que Harrison fuera su caballito de batalla y cuando Steven Spielberg le preguntó por él le dijo que no era el apropiado para convertirse en Indy. Pero… el director de E.T. pidió ver su trabajo y nuevamente Lucas cedió ante lo inevitable. Habían pasado por la cabeza de los realizadores: Sam Elliott, Christopher Guest, David Hasselhoff, Tom Selleck.
El primer filme Indiana Jones y los cazadores del arca perdida (1981) fue el inicio de una seguidilla de éxitos de taquilla. Este hombre duro decidió no contar con dobles de riesgo, y enfrentó la mayor parte de las escenas de acción que pueden verse en la saga: aunque muchas veces terminó lastimado. Se enfrentó con tablas de snowboard, caballos, acrobacias, incluso ha pedido que lo golpeen de verdad: no quería que fuera una coreografía sino que le dieran directo en su cara.
A los 38 años, Harrison se encontró con su verdadero alter ego, un hombre que quiere hacer el bien y lo siguió haciendo en tres filmes consecutivos. Lo que siguió después fueron varios años de malaria: de ser un titán de taquilla confiable, tropezó después de que los éxitos dejaran de llegar y, luego regresó, triunfante, en las esperadas secuelas de sus películas más importantes.
Los personajes que no se oxidan: Han Solo, Indiana Jones y Rick Deckard
La primera vez que volvió a ponerse el traje de Indy fue en 2008 con Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal. Si bien la película no convenció a la crítica, ver nuevamente a Harrison, a sus 56 años, interpretando al arqueólogo resultó lo suficientemente atractivo para que millones de personas lo acompañaran en el cine. Recaudó 790,6 millones de dólares frente a un presupuesto de 180 millones.
En 2015, Harrison volvió a sumarse a una historia de su pasado: retomó a Han Solo muchos años después junto al elenco original de Star Wars: también dijeron que sí Carrie Fisher y Mark Hamill. El espíritu del piloto contrabandista se apoderó de la pantalla pero en busca de una redención. En 2017, J.J. Abrams convenció al actor para que apareciera en un cameo en el Eposodio VIII: los últimos Jedi. Ese mismo año, Harrison retomó otro personaje, el de Deckard, en Blade Runner 2049, un filme que emocionó a los fans de la epopeya futurista de Ridley Scott.
Ahora, llegó la nueva Indiana, película que había sido anunciado en 2019 pero que se retrasó por la pandemia. Sobre este cierre dijo Ford a Esquire: “Siempre había querido un capítulo final en la historia. Empezamos a pensar en ello hace bastantes años. Mi ambición, toda nuestra ambición, era idear una historia que tratara la realidad de su edad porque era un personaje muy físico. Quería verlo disminuido y revivido por cualquiera que fuera la historia y por quienes fueran los personajes. Y cuando obtuvimos la narración que les pareció correcta a todos, seguimos adelante”.
Las charlas entre Harrison y Mangold, quien tomó el lugar de Spielberg (productor del filme), giraron en torno a encontrar la forma de abordar el personaje. “El error que podés cometer en las películas es cuando alguien tiene una edad madura, pero la película continúa con la farsa de que no son tan mayores”, expresó Mangold. “Cada desafío que enfrenta es a través de la realidad con la que estaría lidiando alguien de esa edad”.
Después de cerrar su etapa como Indiana Jones se unirá al UCM interpretando a Thaddeus Ross, quien fue encarnado por William Hurt. El actor dijo que quería entrar en Marvel para probar cosas nuevas, y se convertirá en el presidente de los Estados Unidos en Capitán América: New World Order, según reveló Kevin Feige, presidente de Marvel Studios.
“Sería un mejor padre si hubiera tenido menos éxito”
Harrison es padre de cinco hijos y habla poco de ellos. En diálogo con Esquire, en mayo de 2023, dijo que todavía "recibiría una bala" por cualquiera de sus hijos. Y admitió que "probablemente" sería un mejor padre" si hubiera tenido menos éxito como actor".
Los dos primeros herederos los tuvo a sus 20 años y fueron producto de su matrimonio con Mary Marquardt. El mayor Benjamin, de 56 años, es un exitoso chef y dueño del restaurante Ford's Filling Station y tiene dos hijos. Su hermano, Willard, de 54, también siguió un camino fuera del mundo del espectáculo. Es empresario y propietario de Strong Sports Gym, un gimnasio con sede en Los Ángeles; es padre de dos.
Después de 14 años, Harrison se separó y años después volvió a formalizar junto a Melissa Mathison, con quien estuvo casado entre 1983 y 2004 y con quien además de un millonario divorcio tuvo dos hijos. Malcolm, de 35, músico profesional que toca en una banda que ha sido telonera de grandes figuras como Bob Dylan, y Georgia, 33, su única hija y la que parece más interesada en seguir los pasos de su padre en el mundo de la actuación. Si bien se ha mantenido bastante hermético sobre su familia, es sobre ella la que más ha hablado a raíz de que padece epilepsia. “Es devastador cuando un ser querido sufre una enfermedad como esta”, dijo con los ojos llorosos en la celebración en Nueva York de la gala de FACES para encontrar una cura para la epilepsia y las convulsiones. Pasaron varios años hasta dar con el diagnóstico y fue para su familia un duro camino.
“Un doctor amigo mío le recetó los medicamentos y la terapia adecuada y no ha vuelto a tener una convulsión en ocho años", dijo y aseguró: “La admiro -a Georgia- por muchas cosas, su perseverancia, su talento, su fuerza. Es mi heroína. La adoro”.
El menor de los 5 es Liam, de 22, hijo que adoptó junto a su tercera mujer Calista, con quien tiene una relación desde 2002. El joven lleva el apellido de su madre, ya que fue adoptado por Flockhart en 2001, cuando ella tenía 37 años. “Siempre quise adoptar un niño y me llena de felicidad haber sido bendecida con un hijo precioso y sano”, declaró entonces la actriz a través de un comunicado. Un año después comenzó la relación con Ford, quien no dudó en sumarlo a su familia. “Tengo cinco hijos en total, así que éste no es mi primer rodeo. Es obvio que me estoy haciendo mayor, pero no es algo en lo que pienso demasiado. Tengo un niño de 9 años en casa y me siento como un padre de un hijo de 9 años”, dijo el actor a The Independent en 2010 cuando le preguntaron por la paternidad pasados los 65 años.