Santiago Talledo (33) se animó a hablar de la época más dura de su vida, en medio de un gran presente profesional al protagonizar ATAV (Argentina, tierra de amor y venganza) en eltrece) y con su participación en LUZU TV. El joven actor recordó la depresión que enfrentó cuando era apenas un adolescente y que lo llevó a medicarse hasta el día de hoy.
"Era muy chico. Empecé a estar muy mal a los 12 años, que fue cuando empecé a tomar medicación psiquiátrica y estaba todo el día entre psicólogos, psiquiatras, medicaciones de todo tipo y terapias. Como tuve anorexia nerviosa, iba a nutricionistas, médicos, deportólogos. Sentía que me asfixiaba con la comida y que no podía respirar. Era algo que no podía sacar de la garganta y llegué a pesar 37 kilos. Estaba muy mal", expresó en diálogo con Pronto.
Luego, dio detalles de su situación: "Cuando empecé a sentirme tan mal y que no podía respirar, directamente no podía tragar y me tenían que licuar la comida. Una cosa muy extrema. Me hicieron endoscopías y estudios de deglución para ver qué tenía pero en realidad no salía nada. Era todo de la cabeza. Ahí empezaron a darse cuenta de que era una cuestión psicológica".
Y sumó": No lo podía exteriorizar, lo tenía tan reprimido y sentía tanto miedo que ni siquiera yo sabía qué me pasaba. No me daba lugar a mí para poder sacar todo eso. Entonces, no me daba cuenta. Siempre tuve inclinaciones y de chico ya lo sentía pero cuando sos chico, decís: “No, esto no, vamos a dejarlo a un costado”.
Sobre su orinetación sexual y cómo le afectó clínicamente no animarse a contarle a su familia que era gay explicó: "Así fue como empezó a querer brotar por todos lados".
Por último, agregó: "Por suerte, mis viejos fueron mi salvación. Supieron tratarme y llevarme por un lado que no cualquier padre puede hacer. Estuvieron conmigo todo el tiempo, mi vieja me llevaba a todos los médicos y mi viejo iba a laburar y me llevaba con él porque yo no podía estar solo. Empecé a ser también como una especie de carga para ellos y mucho no podía estar solo porque cuando me dejaban solo, empezaban los ataques de pánico y la muerte".