El pasado 24 de mayo Alexis Puig y su pareja, Luciana Méndez, dieron el "sí, quiero" en la sede Comunal 15 del barrio porteño de Palermo y así sellaron su historia de amor que tiene poco más de un año y medio.
Para su luna de miel la pareja decidió organizar un viaje a los Estados Unidos. Su primera parada fue Hollywood donde se adentraron en los conocidos estudios de grabación Warner Bros y Universals. Luego de haberse fotografeado con muchos de sus personajes favoritos en series y películas, la pareja tomó un vuelo con rumbo a Los Ángeles para ver a su banda favorita: The Cure.
Luego del show Alexis y Luciana disfrutaron de una cena romántica en un restaurante italiano y por la tarde acudieron a la zona de relax del exclusivo hotel donde se hospedan para descansar del ritmo ajeteadro que les lleva el destino elegido por la pareja.
Esta no es la primera vez que la pareja disfruta en el año de un viaje soñado. Un mes antes de su casamiento los enamorados viajaron a Europa y también compartieron sus recorridos por Madrid. "Cortamos un poco con la programación habitual de este feed para un poco de melosidad y cursilerías. No solo porque hicimos un primer viaje hermoso (con mucho laburo pero también diversión) sino porque @alexispuig es el mejor compañero de vida y aventuras todos los días en cualquier lugar. Gracias por ser el hombre maravilloso que sos, te amo!", había escrito muy enamorada la novia de Puig.
Dentro de los destinos para elegir una luna de miel, la pareja buscó salir de los destinos clàsicos elegidos por los recièn casados y fiel al estilo freak que acompaña a la pareja, las actividades tambièn salieron de lo comùn y dejaron màs que felices a Alexis y Luciana.
La original torta de bodas de Alexis Puig y Luciana Méndez
Luego de la ceremonia civil, los flamantes esposos se dirigieron al loft en el que viven y en el que recibieron a amigos y familiares. Ya habían adelantado en diálogo con GENTE que los colores que iban a reinar eran los oscuros y la torta de bodas estuvo a la altura.
Lejos de las flores rococó, las puntillas y el clásico blanco, la mesa dulce (tanto como los outfits de los novios) tuvo como protagonista un pastel negro que los representó muy bien.
Inspirada en Los Locos Adams, los novios quedaron representados con toda la impronta que los caracteriza: ella con un vestido negro, luciendo sus tattoos, y él con un traje azul oscuro y portando una calavera en la mano.
La torta también llevaba detalles como la representación de la estructura de un castillo y cupcackes red decorados con crema negra, culminando con las iniciales de ambos.