Daniela Carbone quedó demorada luego de ser acusada de realizar el llamado donde se advertía una amenaza de bomba en un avión de Aerolíneas Argentinas que debía volar desde Ezeiza a Miami el domingo 21 de mayo por la mañana. La mujer se presentará hoy a declarar ante el Juzgado Federal 1 de Lomas de Zamora, a cargo de Federico Villena.
Tiene 47 años y desde hace 25 trabaja en la aerolínea estatal. Aquel fin de semana, utilizó el teléfono de su hija con un chip prepago e hizo una amenaza de bomba. “Decile al capitancito que le pusimos tres bombas en el Miami. Que se deje de joder con la política y chequee el avión porque van a volar en mil pedazos”, se oye en el audio. La grabación ocasionó la suspensión del vuelo AR1304 Ezeiza-Miami, donde viajaban 270 pasajeros y 12 tripulantes y, además, causó millonarias pérdidas a la empresa.
La mujer fue detenida en Ezeiza por la Unidad Operacional Antiterrorista y de Control de Actividades de la Policía de Seguridad Aeroportuaria tras quedar acusada de “coacción agravada al piloto” por “referencias a su familia” y por haber intentado “hacer pasar la amenaza como una interna sindical”. Por estas horas, la causa está bajo secreto de sumario.
Cuáles fueron los motivos que impulsaron a la azafata a hacer una amenaza de bomba
La llamada extorsiva estaba dirigida a el piloto del vuelo que, según Infobae, es hijo de Jorge Alberto Pérez Tamayo, ex dirigente del sindicato de pilotos (APLA). Las principales sospechas apuntan a la relación sentimental que la azafata habría tenido, hasta hace unos meses, con uno de los tripulantes de cabina que viajaba en el avión que debía volar hacia Estados Unidos. Este vínculo habría durado alrededor de cinco años y estaría molestando a Daniela Carbone, ya que su ex novio estaría en pareja con una nueva persona.
Los intereses y planes de Daniela Carbone
Fiel seguidora del gurú indio Sri Sri Ravi Shankar, líder de El Arte de Vivir, Carbone que se dedica a la enseñanza de técnicas de respiración, meditación y autoayuda. En el último tiempo, se había sumado a la consigna “Defendamos Aerolíneas y Austral”, una lucha que compartía con su ex pareja.
Además de contar con una larga trayectoria en el mundo aeroportuario -hasta fue instructora en la escuela de azafatas- siempre mantuvo el sueño de algún día convertirse en paramédica.
Al cierre de esta nota, se negó a declarar por la causa.