La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner reclamó este jueves “unidad nacional” para “dejar a un lado” el programa acordado entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Lo hizo ante una Plaza de Mayo colmada que pedía que sea candidata a la Presidencia. “Una más y no jodemos más”, clamaron sus militantes mientras ella ofrecía su discurso, cargado de críticas contra el organismo de crédito multilateral, la Corte Suprema, la oposición y los medios de prensa, pero sin definiciones electorales.
“Si nosotros no logramos que ese programa que el FMI impone a todos sus deudores sea dejado de lado y nos permitan elaborar un programa propio de crecimiento, de industrialización, de innovación tecnológica, va a ser imposible pagarlo, por más que digan lo que digan”, manifestó ante miles de personas congregadas en la Plaza de Mayo.
La vicepresidenta fue la principal oradora de un acto celebrado con motivo del vigésimo aniversario de la asunción de Néstor Kirchner a la presidencia. En el palco, de espaldas a la Casa Rosada, también estuvo el ministro de Economía y líder del Frente Renovador, Sergio Massa, y los principales referentes del “núcleo duro” del kirchnerismo, entre ellos el ministro de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro.
La presencia de los dos funcionarios, uno parado al lado del otro, fue leído como un gesto de unidad entre el kirchnerismo y el massismo. La precandidatura presidencial de “Wado” cuenta con la bendición de Cristina y Massa no quiere presentarse si hay una lista única. La foto entre los dos ministros sería la primera tras el avance de un acuerdo para consensuar una fórmula. El diputado Máximo Kirchner sería el garante del pacto que se amasa para unir al Frente de Todos de cara a las elecciones de octubre.
El principal ausente del acto fue el presidente Alberto Fernández, que no fue invitado y se fue a la ciudad costera de Chapadmalal después de participar en la Catedral Metropolitana del tradicional Tedeum por la fecha patria del 25 de Mayo.
Cristina contra el FMI
Durante su intervención, la titular del Senado aseguró que el préstamo otorgado por el organismo multilateral al gobierno del expresidente Mauricio Macri en 2018 fue “un préstamo político” y, por lo tanto, debe ser redefinido mediante la “política”. Y recordó que Néstor Kirchner “decía que los muertos no pagan la deuda”.
También marcó que las “instituciones” de la República Argentina “no están para cuidar los intereses de las corporaciones” sino “los intereses de todos los argentinos” y pidió que se investigue “la deuda” y a “sus responsables”. “Hace unos días conocimos un informe de un organismo constitucional y hay algunos que se hacen los otarios y después se la pasan hablando de democracia, de republicanismo y de Constitución. Investiguemos la deuda y a sus responsables”, exhortó al recordar el informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) conocido días atrás.
“Se creen que lo van a poder pagar únicamente con ‘commodities’ y no, olvídense, porque los ‘commodities’ los terminan también regulando los flujos financieros y siempre te acomodan para que sigas debiendo. Es imprescindible unidad nacional frente a eso. Fue un préstamo político y política tiene que ser también la solución”, subrayó.
En marzo de 2022, el Gobierno del Frente de Todos firmó con el FMI un acuerdo para refinanciar préstamos por unos 45.000 millones de dólares, mediante un programa de facilidades extendidas que incluye metas en materia de disciplina fiscal, acumulación de reservas monetarias y límites a la emisión monetaria.
Hasta el momento se han realizado cuatro revisiones trimestrales del acuerdo y el país atraviesa severos desequilibrios fiscales, agudizados por una sequía que golpea a su sector agropecuario y que ha elevado las dificultades para cumplir con esas metas. De hecho, ambas partes están discutiendo actualmente los términos del acuerdo, a través de unas conversaciones que el FMI ha calificado de “constructivas”.
Durante el acto, mientras Fernández de Kirchner explicaba que el programa del FMI debe ser “dejado de lado” para elaborar un programa propio de crecimiento, la militancia gritaba en coro “patria sí, colonia no”. La vicepresidenta también reclamó al organismo de crédito que “deje de querer dirigir la política y clausurar la industrialización del país y convertirnos únicamente en proveedores de materia prima”.
“Somos 46 millones, no alcanza con la materia prima, tenemos que incorporar valor y tecnología para que haya trabajo de calidad y buenos salarios, lo que el país necesita. Se puede hacer porque nosotros lo hicimos durante 12 años y medio. Gracias a los ‘kukas’ también recuperamos Vaca Muerta”, afirmó y añadió: “No es pecado pagar buenos salarios, al contrario”.
Cristina sobre la situación económica
Durante su análisis, sostuvo que el país “no puede seguir atado a una economía primarizada y los precios internacionales, aunque llueva o salga el sol”, por lo que propuso dar un “salto cualitativo, articular lo público y lo privado”. “Esta es la discusión que necesitamos los argentinos y no las boludeces que escuchamos todos los días por la televisión”, planteó la exmandataria.
En esa línea, Fernández de Kirchner señaló que cuando terminó su gobierno en 2015 “dejábamos un país mucho mejor que el que habíamos recibido” y cuando “volvimos en 2019” Argentina estaba “nuevamente endeudada en dólares”.
“Todos saben las diferencias que he tenido y que tengo. Dije que iba a haber crecimiento y había que cuidar que no se lo llevaran cuatro vivos y pasó que se lo están llevando cuatro vivos”, dijo la vicepresidenta como tomando distancia de la gestión del presidente Alberto Fernández. Y después volvió a apuntar a la gestión anterior: “Aún con diferencias, este gobierno es infinitamente mejor lo que hubiera sido otro de Macri, no tengo dudas”.
La vicepresidenta señaló que cuando Kirchner llegó al poder hace 20 años el PBI del país era de 164.000 millones de dólares, cifra que se elevó a 647.000 millones de dólares cuando ella entregó el gobierno el 10 de diciembre del 2015. Para luego destacar que con Macri, el PBI cayó a 447 mil millones de dólares al 10 de diciembre del 2019, es decir, 200 millones menos. Actualmente el PBI se recuperó hasta llegar a 633.000 millones, pero explicó que ese crecimiento no vino de la mano de una distribución del ingreso.
“El problema acuciante que hoy tenemos es la distribución del ingreso. Para distribuir el ingreso muchas veces hay que ponerle carita fea a los poderosos. ¿Por qué se creen que me odian, me persiguen y me proscriben? Porque nunca voy a ser de ellos, yo soy del pueblo y de ahí no me muevo”, concluyó.
Cristina contra la Corte
Fernández de Kirchner aprovechó el acto para atacar a la Corte Suprema con duras críticas y pedir a todos los partidos políticos modificar la máxima instancia judicial del país. “Es necesaria finalmente la renovación de ese pacto democrático. Volver a darle al país un Poder Judicial que sea evaporado entre las tramoyas de una camarilla indigna para la historia argentina”, subrayó.
Sobre el final de su mensaje de una hora, Cristina Kirchner señaló: “Créanme que aquella Corte a la que Néstor pidió que se le hiciera juicio político, al lado de este verdadero mamarracho indigno que tenemos hoy… Nunca se dijo de ningún miembro de la Corte las cosas que se saben y que nos enteramos todos los días”.
“Por favor, no importa si es un jurista de una u otra orientación, pero los argentinos se merecen volver a tener una Corte que sea llamada como tal sin ponerse colorado. Por favor se los pido a todos los partidos políticos. Es la imagen del país también”, afirmó la ex jefa de Estado.