Eduardo Feinmann (64) mantiene su vida privada al resguardo de la opinión pública, por eso sorprendió al revelar detalles de cómo fue adaptarse junto a su esposa, Lucía Auat, a la rutina de su hija durante este último año y medio.
Cómo es la vida de Eduardo Feinmann como papá
El periodista comenzó: "La llegada de mi hija no cambió nuestros horarios. La casa se adaptó un poco a mí, también. Pero lo que pasa es que levantarse a las 4 de la madrugada es una disciplina, como hacer un deporte. Me acuesto a determinada hora".
“Nunca me duermo después de las 11 de la noche, trato de hacerlo antes... Pasa que termino en la tele 8 y media, hasta que llego a casa, como algo... Y dormir no es apoyar la cabeza y te dormís, es imposible. Esmeralda está durmiendo bien, se duerme a las 9 de la noche y se levanta a las 7 y media, es un relojito”, detalló Eduardo sobre cómo es su día a día junto a su familia.
Eduardo Feinmann contó una insólita anécdota escolar de su hija
Feinmann destacó un gracioso episodio que vivió con su hija en su corta vida escolar: “Ya llegó la primera comunicación del colegio. Parece que la niña tiene alguna cosa particular: le roba las galletitas a sus compañeros. Es muy chiquita, tiene un año y medio, ni sabe lo que es quedarse con lo de los demás, no tiene ni idea”.
En redes sociales el periodista no suele compartir imágenes personales. Allí únicamente publica contenido laboral. La única excepción se dio el 5 de octubre del 2021 para comunicar el nacimiento de su primogénita. "Hola, Esme", fue lo único que escribió el conductor.
Eduardo Feinmann recordó su infancia y la relación con su papá
Eduardo fue consultado en el ciclo Doble mérito de República Zeta sobre cómo se prepara para la adolescencia de su hija y las posibles actitudes rebeldes que pueda llegar a tener. Ante esto, él decidió recordar su infancia y adolescencia: “Me pasaba cuando yo era chico con mis padres. Yo era complicado. Muy complicado. Era complicado. De chico y en la adolescencia también. Era un chico bravo, pero no de pelearme... Siempre los hijos tratan de pelear con los padres”.
Feinmann también reveló que su papá estaba en contra de su elección laboral: “A mi papá no le gustaba nada que yo haya querido ser periodista. Fue un acto de rebeldía seguir lo que él no quería. Él me decía que no es trabajo hablar en una radio, en un canal de televisión. Que eso era ‘de vago’. Después, con el tiempo, me pedía por favor que no trabaje tanto”.
