Cada 13 de abril se celebra el Día Internacional del Beso en honor al más largo de la historia, que se registró hace una década, en 2013 cuando Ekkachai (44) y Laksana Tiranarat (33) lograron un registro de 58 horas, 35 minutos y 58 segundos.
Con el tiempo obtenido, los tailandeses entraron al Récord Guinness tras vencer a otras nueve parejas que desistieron antes de ese lapso. Un dato no menor es que esta pareja ya era poseedora del récord previo: en 2011 se habían besado durante dos minutos menos.
La competencia sólo admite a parejas casadas. El desafío consiste en besarse sin parar -ni siquiera para beber agua o comer- y evitar sentarse. Además, si algún integrante de la pareja necesita ir al baño, deberá hacerlo sin separar sus labios de su compañero. En este caso, para verificar que no dejen de besarse, un juez los acompaña. Por lo tanto, los participantes deben ingeniárselas.
Lo cierto fue que aquella pareja compuesta por Ekkachai y Laksana Tiranarat ganó un importante premio económico (el equivalente a 300 mil dólares), dos anillos de diamantes, y un título mundial, y hoy nos sirve de inspiración para presentar esta nota...
Los besos más famosos de la ficción argentina en las últimas décadas
A lo largo de su historia, la televisión local creó parejas que quedaron en el imaginario colectivo para siempre: Celeste Cid y Pablo Echarri en Resistiré, Lali Espósito y Peter Lanzani en Casi Ángeles y Julieta Nair Calvo y Violeta Urtizberea en Las Estrellas, son algunas de ellas.
Y su repercusión, fruto del talento y la química, también vino aparejado de besos inolvidables como los que en esta fecha tan particular decidimos recordar:
¿Cuál es el origen de los besos?
Por definición, el beso es un "contacto o presión que se hace con los labios sobre una persona o una cosa, contrayéndolos y separándolos". Este gesto puede tener distintos significados y se utiliza tanto en señal de amor o de afecto como así también para manifestar respeto.
El primer registro de un beso data del año 2500 a.C y tuvo lugar en la India. Sin embargo, muchos antropólogos sostienen que la práctica se puso de manifiesto, en primera instancia, entre primates, más específicamente entre las madres y sus crías.