Tras ser agredido por los colectiveros, Berni apuntó contra Alberto Fernández por no enviar a Gendarmería  – GENTE Online
 

Tras ser agredido por los colectiveros, Berni apuntó contra Alberto Fernández por no enviar a Gendarmería 

El crimen del colectivero Daniel Barrientos terminó con un reclamo del ministro de Seguridad bonaerense al Gobierno nacional. Después de ser atendido en el Hospital Churruca como consecuencia de los golpes que recibió de los compañeros de trabajo del chofer asesinado durante una protesta en reclamo de justicia. Las claves del caso.
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Sergio Berni, el ministro de Seguridad bonaerense, tuvo un día intenso. Fractura de maxilar, golpes múltiples, un corte en el rostro y algunos puntos de sutura en la nuca. Pero aún falta el análisis de unas placas médicas para determinar cuál fue el resultado final de la paliza que recibió de parte de un enjambre de chóferes de colectivos indignados y profundamente dolidos por el asesinato de un compañero.

Berni se presentó este mediodía para hablar con los colectiveros que se encontraban protestando en el cruce de la avenida Juan Manuel de Rosas y General Paz. Lo acompañaba un compañero de gabinete a cargo del Ministerio de Transporte, Jorge D'Onofrio, y un secretario. Tres policías de la Ciudad de Buenos Aires que se encontraban en el lugar se sumaron a la pequeña comitiva. No hubo diálogo posible. Entre gritos e insultos, la muchedumbre se lanzó sobre Berni con trompadas y patadas. También le arrojaron botellas, piedras, barro y algunos tomates.

La seguridad de los dos funcionarios se encontraba en manos de la Policía porteña y los tres únicos uniformados no daban abasto. Berni no repelió el ataque con palabras: “Paren muchachos, paren que vine para que hablemos”, repetía mientras recibía sorpresivas trompadas. Una vez acorralado y ensangrentado sobre el muro de la autopista General Paz –tras haberse tropezado y golpeado la nuca– el médico militar y cinturón negro de karate se mantuvo estoico y no dejó de buscar calmar la situación.

“Vine a hablar. Recién terminamos de detener a quien supuestamente es el autor... Estoy acá, primero porque entiendo el problema que están pasando todos los días. No hay nadie que venga a poner la cara y me banco la que sea. No salgo corriendo como los demás, estoy acá”, dijo Berni mientras continuaban los insultos y le seguían arrojando elementos. “¡Yo no me escondo y estoy acá! No hay soluciones mágicas, vengo a trabajar por ustedes”, continuó mientras lo insultaban y los policías trataban de apartarlo de los agresores.

D'Onofrio ya estaba en el lugar manteniendo conversaciones con los colectiveros, pero cuando llegó el ministro de Seguridad “para mantener una reunión en conjunto, la situación se fue de las manos”. En declaraciones a Radio 10, el ministro bonaerense de Transporte contó que “Sergio (Berni) quería ponerse a disposición, decir que ya estaba detenido uno de los sospechosos y que la investigación ya estaba encaminada”.

Lo rescató una sección de la guardia de infantería porteña. El ministro agredido sangraba y se encontraba descalzo. Parecía mareado, tal vez aturdido, sin embargo, les decía a los uniformados que lo dejaran en paz para retomar el intento de diálogo con los manifestantes que lo querían linchar.     

Reclamos a Nación y sospecha sobre el supuesto robo

“Un golpe más no hace mella”“uno muere de pie y no arrodillado”, así arrancó una improvisada conferencia de prensa en las puertas del hospital donde había sido trasladado media hora antes. Después de solidarizarse con la familia del chofer de la línea 620 asesinado “a sangre fría” en Virrey del Pino, sembró sospechas sobre las circunstancias entorno al crimen: “No fue un hecho habitual”.

Según el ministro, la utilización de dos pistolas calibre 40 “no es común” y lanzó un detalle que solo podría entender alguien que conoce de la materia: “El arma 40 es de un profesional”Hasta el momento hay una persona que se encuentra detenida y que fue identificada el policía que se encontraba casualmente en el colectivo donde asesinaron a Daniel Barrientos

Berni aprovechó para reclamar por la falta de gendarmes en la provincia de Buenos Aires y apuntó directamente al presidente Alberto Fernández, tras confesar una reunión en la que el mandatario le habría prometido el envío de la fuerza federal para aumentar la seguridad, especialmente en el conurbano.

El ministro dijo que el encuentro se realizó en “febrero de 2020” y que allí manifestó que era “indispensable la presencia de la Gendarmería” por la falta de policías, la escasa incorporación y el aumento del delito. 

Sobre su rescate de las manos de la protesta en General Paz y Alberdi explicó que “la Policía de la Ciudad cumplió con el protocolo”, pero los acusó de haber “complicado las cosas”. Durante la maniobra de extracción fueron heridos ocho policías. También tuvieron que ser atendidos tres colectiveros con diversas heridas menores, según aseguró el titular del SAME, Alberto Crescenti.

“Les pedí que no avanzaran porque se estaban resolviendo las cosas y teníamos la situación controlada. Ya habíamos acordado una reunión”, argumentó Berni durante la improvisada conferencia. Aunque lo que se podía observar no era más que un hombre al borde de ser linchado.

El ministro agredido destacó que no denunciará a los chóferes que lo agredieron: “Estoy bien, un golpe más no hace mella. Duele más que un bonaerense que tengo que cuidar murió que los golpes que recibí”

Las claves del caso

  • Daniel Barrientos, un chofer de la línea 620 de colectivos de 65 años que estaba a punto de jubilarse fue asesinado a los tiros por delincuentes.
  • El hecho ocurrió en la localidad de Virrey del Pino, partido de La Matanza, pasadas las 4.30 de la madrugada en el cruce de las calles Bernardino Escribano y Cullen, del barrio Vernazza.
  • Entre los pasajeros se encontraba un efectivo de la Policía de la Ciudad, quien atacó a los delincuentes cuando el conductor ya había sido acribillado. Los asaltantes se bajaron del colectivo para escapar en un auto de apoyo en el que iba un tercer cómplice.
  • Hay un joven fue detenido como presunto autor del disparo. También secuestraron un auto quemado que se sospecha que fue el utilizado por los asaltantes para escapar y un arma con la que habrían matado al chofer.
  • Los asaltantes intentaron robarles a los pocos pasajeros que se viajaban a esa hora en el transporte, entre ellos a Yamila, una joven que se encontraba junto a su hija de 8 años con discapacidad sentada en el primer asiento.
  • A raíz del crimen, los colectiveros de la empresa Nuevo Ideal S.A., que tiene entre sus líneas a las 620, iniciaron un paro de actividades en reclamo de seguridad.
  • Por el crimen del colectivero, la UTA llevaba adelante además un paro en las líneas de colectivo de la zona oeste del Gran Buenos Aires (GBA).

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