Los tres finalistas de la casa de Gran Hermano, Nacho Castañares, Julieta Poggio y Marcos Ginoccio, protagonizarán una boda de “trieja” para celebrar el estar un paso más cerca a la ansiada final. Lo que no saben hasta el momento, es que recibirán una inesperada sorpresa, ya que todos los exparticipantes entrarán a la casa como invitados de la denominada falsa boda.
Por pedido del conductor, Santiago del Moro, Julieta Poggio se dirigió hacia a la puerta a recibir una sorpresa. La primera en ingresar a la casa por la gran puerta fue La Tora. Atrás entró Cata, luego Alfa, Camila, Romina, Daniela, Thiago, Maxi y el resto de los compañeros. Todo fue emoción entre los jugadores y no faltaron abrazos y lagrimas.
Walter Alfa Santiago fue el encargado de entrar con Poggio del brazo, como si fuera su padre, ya que el participante siempre aseguró que el cariño entre ambos era casi familiar. Mientras los novios la recibieron al lado del altar, con Holder oficiando de Ministro. Luego de la "ceremonia" Agustín, Thiago, Juan, Alexis, Daniela, Cata, Romina, Alfa, Coti, Ariel, Camila y Mora dieron emotivos mensajes y felicitaciones para los tres finalistas.
Al momento de cerrar la ceremonia, Holder anunció que llegaba el momento del beso, y aunque estaban todos expectantes porque ocurriera entre Julieta y Marcos, ambos se besaron las mejillas. Después de finalizada la boda entre los tres finalistas Julieta tiró el ramo de espaldas a todo el grupo. El encargado de agarrarlo fue Thiago, quien corrió a dárselo a Daniela, quien luego de recibirlo le dio un pequeño beso.
Antes de cerrar el programa, Santiago del Moro incentivó a Alfa para que les diera una sorpresa a todos. Entonces el tan polémico participante pidió la palabra y empezó a hablar sobre la importancia del programa en la vida de cada uno de ellos y en el afuera. Hasta que después se arrodilló frente a Romina y le propuso casamiento, ante la sorpresa de los demás, incluso sacó los anillos del bolsillo y se los ofreció.
"Creo que, como todas las novelas, tenemos que brindar un final feliz a pesar de todos los problemas que hubo. Vamos a terminar esta novela como todo el mundo quiere que termine”, dijo Alfa, arrodillado en frente de Romina con la intención de que acepte el matrimonio. Aunque en un principio ella se resistió, terminó aceptando e improvisaron un segundo casamiento antes de que los exparticipantes abandonaran la casa.“Que diga que sí”, gritaban todos, mientras pedían que se den un beso. Entonces Holder volvió a oficiar de cura y los casó.
