Con motivo del 8M, Romina Uhrig compartió su historia con sus compañeros de la casa de Gran Hermano. Recordó cómo fue su infancia y el rol clave que tuvo su mamá en la crianza de ella y sus tres hermanos, a fuerza de laburo y empuje hacia adelante.
La dura historia de vida de Romina
"Mi mamá tenía una pareja que era muy agresivo y entonces no me podía ir a buscar al colegio, porque la celaba un montón; y nos fuimos a vivir a San Antonio de Padua. Ahí me crió la otra persona importante que es mi tía Fabiana, que es una chica trans, no me da vergüenza decirlo, que trabajó mucho tiempo en la calle para mantenernos a mis hermanos y a mí”, señaló Romina con la voz quebrada.
Empatizando con su tía Fabi, y ahora con ojos de adulta, remarcó que ella sabe lo difícil que fue la vida para ella. "Por eso yo nunca juzgo a las mujeres que se la rebuscan como pueden", destacó. Sin embargo, la historia tomó otro color cuando reveló que, como consecuencia de los riesgos del trabajo sexual, contrajo VIH y murió.
Esta es una triste realidad de toda la población trans en Argentina: el promedio de vida es de 35 años. Y no sorprende, teniendo en cuenta que sus vidas suelen ser muy duras debido al rechazo social que muchas veces empieza en el seno familiar. Es por eso que ellas encuentran el apoyo tejiendo redes para sostenerse e intentar vivir la vida que merecen, con los mismos derechos que tiene el resto de la población cis.
“Hoy, gracias a Dios, se aprobó la ley del cupo laboral trans para que todas tengamos el mismo derecho y que podamos tener el mismo trabajo digno", marcó la ex Diputada.
“Yo creo que nunca hay que bajar los brazos, y menos las mujeres que siempre nos costó todo, y eso es lo que le voy a inculcar a mis hijas que son mis tres mujeres que amo con todo mi corazón. Mis mujercitas, que no voy a dejar que les pase nada de nada