Las monarquías europeas atraviesan todas una difícil situación ya que muchos de sus reyes se encuentran atravesando un delicado estado de salud debido a diferentes dolencias y enfermedades. En la última semana tres han sido operados, de forma urgente y programada.
El primero en pasar por el quirófano fue Carlos Gustavo de Suecia (76), quien debió someterse a una intervención del corazón el pasado lunes 20 de febrero. “La operación ha salido según lo planeado y el rey está bien”, aseguró la prensa real a través de un comunicado oficial. La preocupación por su estado de salud se inició el 14 de febrero, cuando la casa real anunció inesperadamente que el hombre debería postergar sus compromisos entre el 20 de febrero y el 3 de marzo para realizarse una cirugía mínimamente invasiva conocida como laparoscopia.
La prensa sueca asegura que más allá de los esfuerzos de la realeza por aminorar lo sucedido, la enfermedad del rey tiene preocupados a sus hijos. Sobre todo a su hija mayor, la princesa Victoria, quien al momento en que se anunció su operación se encontraba en un viaje por Australia y Nueva Zelanda, del que ella y su marido, el príncipe Daniel, tuvieron que regresar durante el fin de semana. Al bajar del avión, Victoria debió hablar con la prensa y precisó que la operación "era necesaria".
Luego fue el turno de Beatriz de Holanda (85), la suegra de la reina Máxima, quien preocupó a todos al tener que ser llevada de urgencia luego de practicar esquí y quebrarse la muñeca. El servicio de prensa de la casa real confirmó el día martes que la monarca ya había sido operada con éxito y que se encontraba llevando adelante su recuperación.
Sin lugar a dudas su golpe dejó a todos helados teniendo en cuenta que en el año 2012, Friso, su hijo del medio, murió a raíz de un accidente en la nieve. El hombre se encontraba esquiando fuera de pista en la misma estación austríaca de Lech, a la que asistió su madre el pasado lunes, cuando fue sepultado por un alud de nieve durante el mediodía.
Por último, Margarita de Dinamarca (82) asistió a una operación programada por sus problemas de espaldas. "Su Majestad la Reina se ha sometido hoy a una extensa cirugía de espalda en el Rigshospitalet de Copenhague. La operación salió según lo planeado, y la condición de la Reina es buena y estable dadas las circunstancias", afirmó el escrito oficial de la Casa Real y agregó: "La Reina continuará hospitalizada en el Rigshospitalet, y después de eso le espera un período más largo de convalecencia y rehabilitación de la espalda".
Por lo que ahora quien la sustituirá durante este período, para hacerse un poco a la idea de sus funciones en el día de mañana, será el príncipe heredero Federico de Dinamarca junto a la princesa Bendikte (la hermana de la monarca), que asumirá el cargo de Jefe de Estado el 25 de febrero.