El 22 de febrero de 2012 a las 8:33 de la mañana, la formación nº 3772 de la línea Sarmiento, que estaba arribando a la plataforma número 2 de la estación terminal de Once, no detuvo su marcha y embistió contra los paragolpes de contención. Las once horas posteriores fueron claves para salvar la vida de las casi 1500 personas que se encontraban en los vagones.
Las primeras tres formaciones fueron las más afectadas ya que se aplastaron y uno de los vagones se introdujo seis metros dentro del próximo. Muchos de los presentes en el lugar recuerdan haber escuchado una explosión que provocó una onda expansiva que ocasionó la rotura de todos los vidrios del tren, haciendo que más pasajeros salieran heridos.
El impacto causó 51 víctimas fatales, incluyendo a una mujer embarazada. A ese número se sumaron 789 heridos de distintas gravedades, de los cuales 200 fueron trasladados a 13 hospitales de la ciudad de Buenos Aires.
Uno de los graves problemas fue que debido a que se trataba del primer día laboral tras el feriado de Carnaval tanto la estación como las calles aledañas se encontraban atestadas de personas que debieron ser evacuadas, aunque muchas otras en la desesperación intentaron ayudar a los heridos.
A los pocos minutos de generarse el accidente fueron convocadas al lugar de los hechos 110 ambulancias del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME), una dotación de carros de bomberos, efectivos policiales y dos helicópteros. El siniestro fue el primero del siglo XXII en Argentina en ser televisado y las personas podían ver en vivo a la gente que intentaba desesperadamente saltar desde las ventanas de la formación, ya que las puertas habían quedado cerradas.
De acuerdo con lo testificado por el jefe de Defensa Civil de aquel entonces, Daniel Russo, las grandes dificultades para el rescate de los pasajeros se debieron a la sólida estructura de los coches, lo que dificultó la remoción de los escombros con rapidez.
Durante toda la tarde y bajo las altas temperaturas de aquel verano se trabajó para salvar la vida de quienes habían quedado atrapados. A las 18 horas se conoció el parte oficial en el que se determinó que habían fallecido 51 víctimas, de las cuales tres eran niños y otra una mujer embarzada. Pero la cantidad total de muertos se conocería dos días más tarde por una negligencia en el operativo.
La última víctima, Lucas Menghini Rey, de 20 años de edad, fue encontrado el 24 de febrero en una cabina del conductor, entre el tercer y cuarto vagón. El padre de la víctima lo reconoció en un video de vigilancia subiéndose al tren por la primera ventanilla del cuarto vagón, lo cual ayudó al hallazgo. El Ministerio de Seguridad explicó que la víctima estaba en una cabina vedada a los pasajeros, en desuso y con las puertas clausuradas.
El hecho dio lugar a dos juicios, conocidos como Once I y Once II. En el juicio Once I, el tribunal dictó sentencia en 2014, con 21 condenados. En 2018 la Cámara absolvió a uno de los condenados y redujo todas las penas restantes, lo que fue apelado ante la Corte Suprema.
El juicio Once II se realizó en 2018, y la sentencia registró criterios distintos que Once I, absolviendo al principal acusado, el exministro del Gobierno de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Julio De Vido, al que solo se lo condenó por administración fraudulenta.
Así entre algunas de las caras más visibles condenadas se encontraron: Sergio Cirigliano, expresidente de TBA (Trenes de Buenos Aires), quien fue condenado a nueve años de prisión; Marcelo Calderón, director de Cometrans; Jorge Álvarez, director de TBA; Jaime y Schiavi, fueron condenados a ocho años de prisión; Sergio Tempone, gerente de Operaciones de TBA , recibió la pena de siete años; Carlo Michele Ferrari, presidente de TBA; Jorge De Los Reyes, vicepresidente de TBA; Carlos Pont Verges, director de TBA, fueron condenados a seis años de prisión. En tanto, Roque Cirigliano, jefe de Material Rodante de TBA, a cinco años de prisión, y Marcos Córdoba, a tres años y seis meses de prisión, e inhabilitación especial por seis años.
Homenaje de los familiares
Esta mañana los familiares de las víctimas de la Tragedia de Once realizaron un homenaje simbólico como cada año año para recordar a los 52 fallecidos. Así a las 08:32 de la mañana sonó una sirena que simboliza el despertar de la memoria.
Entre uno de los puntos más importantes del pedido de justicia actual que tienen los familiares de las víctimas se encuentra la confirmación de la pena al exministro de Planificación Federal, Julio de Vido.
A su vez, a través de un documento, los parientes solicitaron que se vuelva a tratar el proyecto de ley de "resarcimiento a los familiares directos de las víctimas y los heridos". El mismo fue presentado hace ya 10 años y quedó estancado en medio de los debates parlamentarios.
Por último, los familiares y allegados a las víctimas presentaron un documento adjunto en el que se notificaron distintos accidentes y problemas que se están dando en las líneas de trasporte de pasajeros y de carga en el país, en base a informes de los trabajadores ferroviarios y del balance anual que éstos hacen cada fin de año. De esta forma buscan alertar sobre posibles nuevos accidentes que podrían ocurrir.