El Parlamento Europeo aprobó un proyecto de reglamentación que pondrá fin a la venta de vehículos nuevos con motor naftero o diesel a partir de 2035. Aunque la prohibición incluye hasta los autos híbridos, hay algunos que podrán seguir vendiendo modelos que quemen combustible de origen fósil.
Mientras que la mayoría de los fabricantes acelera hacia la transición eléctrica en todas sus gamas de vehículos, hay algunos constructores que tendrán un mayor tiempo de gracia para seguir montando motores de combustión interna en sus modelos, gracias a la llamada “enmienda Ferrari”.
Esta especie de moratoria otorgará a los fabricantes que produzcan entre 1.000 y 10.000 vehículos al año, un poco más de margen que los grandes fabricantes para adaptarse a las exigencias europeas.
Es importante destacar que este margen solo será hasta finales de 2035, es decir, no es un plazo muy extenso. En cambio, las marcas que fabriquen menos de 1.000 vehículos nuevos al año serán las únicas que podrán seguir vendiendo modelos nafteros o diesel nuevos.
La “enmienda Ferrari” beneficiará esencialmente a marcas de súper lujo, que siempre llevan motores muy potentes, que consumen mucho combustible y, por lo tanto, emiten más gases contaminantes que un modelo convencional.
La primera escala beneficiaría a compañías como Aston Martin, Rolls-Royce o Lamborghini. La segunda escala, que permitirá seguir usando motores de combustión por más tiempo todavía, involucra a constructores como Bugatti, Pagani, Koenigsegg o Morgan, entre muchas otras.
Llamativamente, la empresa que le da nombre a esta enmienda, queda afuera de los beneficios por las extraordinarias ventas que tuvo en los últimos años: en 2022 Ferrari entregó más de 13.200 vehículos y se pronostica crecimiento para los próximos años...