La actriz británica Helena Bonham Carter recibió dos nominaciones a los premios Emmy por su magnífica interpretación de la princesa Margaret en la exitosa serie de Netflix "The Crown". No obstante, desde que fue reemplazada en la serie parece ser que los sentimientos de la actriz respecto a la multipremiada producción han cambiado.
Es que, tal y como pasó con el resto de los personajes, los saltos temporales del guion obligaron a que Leslie Manville se hiciera cargo del papel en la quinta entrega, algo lógico teniendo en cuenta que la historia se desarrolla a lo largo de décadas. Sin embargo, en una reciente entrevista Bonham Carter expresó su desilusión con el rumbo narrativo que tuvo la serie inglesa y le pidió a la plataforma de streaming que la bajen.
“No creo que deban continuar con la serie. Me encantaron los episodios en los que trabajé, pero ahora es muy diferente. Cuando empezó The Crown era un drama histórico, y ahora se ha estrellado contra el presente”, analizó en una entrevista con The Guardian.
Cabe mencionar que no es de extrañarse el vínculo que hay entre los miembros de las monarquías y la farándula de sus países, ejemplo de este caso es la particular simpatía que tiene Helena Bonham Carter por la Casa Windsor. En ese sentido, la repentina defensa de la actriz inglesa a la casa real británica es un claro ejemplo.
Sin embargo, esta no es la primera vez que Bonham Carter salió en defensa de la corona inglesa y apuntó contra la serie. En 2021, apoyó la moción del político británico Oliver Dowden para que Netflix aclare que el programa es una ficción histórica y no un documental.
Aquel pedido no fue casual, ya que, las últimas temporadas de la serie fueron profundamente criticadas por los miembros de la realeza y por su entorno por la manera en la que la serie decidió mostrar el vínculo entre el príncipe Carlos, su esposa Diana Spencer y su amante, Camilla Parker Bowles, uno de los triángulos amorosos más escandalosos y comentados de la historia moderna.
El cruce de Helena Bonham Carter con The Crown
En aquel momento, Helena Bonham Carter aseguró que la plataforma tenía “la responsabilidad” de hacer la aclaración. “Está dramatizado”, aclaró, por si hacía falta, en un podcast oficial de la serie. Y remató: “Creo que tenemos la responsabilidad moral de decir: ‘Esperen chicos, esto no es un documental dramático, estamos haciendo un drama’. Así que son dos entidades diferentes”.
Sobre esa línea, muchos críticos del programa expresaron su preocupación por la forma en que "The Crown" representa a la familia real británica. La actriz Judi Dench aseguró las representaciones de la monarquía de la serie como "cruelmente injustas".
Sin embargo, a pesar de las peticiones y críticas, Netflix anunció que "The Crown" terminará en su sexta temporada, que cubrirá la década de 1990 en el momento de la muerte de la princesa Diana, ocurrida en 1997, y el período que siguió. Es decir, la vida de la monarquía británica durante las últimas décadas del siglo pasado y la primera del nuevo milenio.
El extraña vínculo de Helena Bonham Carte con la realeza
Lo cierto es que, Helena Bonham Carter tiene un vínculo con la monarquía desde antes que naciera. Es la menor de los tres hijos de la psicoterapeuta Elena Propper de Callejón y el banquero Raymond Bonham Carter, hermano del barón Mark Bonham Carter, quien formó parte del círculo íntimo de amigos de la mismísima princesa Margarita, a quien la actriz terminó interpretando en The Crown.
En 1995, cuando la princesa cumplió 25 años y se liberó del yugo de su hermana, muchos pensaron que Mark se convertiría en su marido, algo que finalmente no sucedió.
La abuela de la actriz, Lady Violet Bonham Carter también contaba con los favores de la princesa. De hecho, en 1953, cuando le impidió que se casara con el capitán Peter Townsend, se puso de parte de la pareja y escribió que era una atrocidad separarlos destinándole a él a Bruselas.
La conexión entre la actriz y la princesa Margarita no se termina en el linaje de Bonham Carter. En 2006, cuando todavía estaba casada con el director Tim Burton, la intérprete compró por 350.000 dólares Mill House, la casa que había pertenecido a su bisabuelo Herberth, exprimer ministro del Reino Unido, en el condado de Oxford.
Por aquella mansión pasaron personalidades como Winston Churchill, pero con el tiempo dejó de pertenecer a su familia y quedó en dominio de Jane Stevens, la dama de compañía de Margarita. En aquella vivienda, la princesa pasó una de sus últimas navidades.