Este verano las playas de Brasil se volvieron el boom de los argentinos. En busca de aguas más calidas, miles de personas decidieron cambiar de frontera. Sin embargo, muchos no llegaron a disfrutarl de sus vacaciones como lo esperaban debido un brote de norovirus que tiene la particularidad de causar infecciones gastrointestinales y diarrea, particularmente en niños menores de cinco años.
Según las autoridades sanitarias de Santa Catarina, el virus se ha propagado hacia otros ocho balneareos aledaños a Florianópolis, entre ellos, Camboriú, Bombinhas, Itapema, Navegantes, Peña, Balneario Picarras, Porto Belo e Itaja, generando un registro de 16 mil casos asociados.
“Estamos monitoreando el aumento de la cantidad de casos desde principio de enero. Con los municipios que se habló y se les solicitó el relevamiento de las consultas e iniciamos la investigación epidemiológica para establecer los factores de riesgo detrás del aumento del número de casos de gastroenteritis”, detalló Fabio Gaudenzi, superintendente de Vigilancia Sanitaria de Salud de Santa Catarina al diario LA NACIÓN.
Y agregó: "Es muy difícil establecer una causa única en este contexto. Normalmente, en un brote con estas características, son varias las causas de estas diarreas”. Cabe resaltar que el número de afectados subió un 30% en los últimos 3 días, al pasar de 3241 a 4218 cantidad de personas, entre residentes y turistas. Se cree que el número de afectados es mayor debido a que muchos no realizan consultas médicas en su estadía.
Qué es el norovirus
El norovirus es un virus no envuelto con un genoma de ARN lineal de polaridad positiva que posee tres marcos de lectura. Causa una gastroenteritis autolimitada, en personas de cualquier edad donde los casos más severos ocurren en niños y ancianos. Los principales síntomas asociados a la infección por NV incluyen diarrea, vómitos, dolor abdominal, nauseas, fiebre y cefalea. La duración de la enfermedad es de 12 a 60 horas con un período de incubación de 24 a 48 horas.
Diversos factores como variabilidad genética, baja dosis infectiva, largos períodos de excreción, y su resistencia a condiciones ambientales adversas facilitan su diseminación. La transmisión ocurre por tres vías principales: contacto persona a persona, agua y alimentos, donde el consumo de moluscos bivalvos está fuertemente asociado a brotes por NV. El pico de excreción viral ocurre entre el segundo y quinto día post infección, pudiendo ser detectado en heces hasta 4 semanas posteriores.
El correcto lavado de manos y desinfección de superficies así como la implementación de buenas prácticas de higiene en la manipulación de alimentos, se consideran pautas cruciales para evitar la transmisión de este virus, sobre todo en comunidades cerradas como hospitales, guarderías y geriátricos. Se estima que en países desarrollados es el responsable del 93 % de brotes de gastroenteritis de origen alimentario, mientras que en Argentina ha sido detectado en el 72 % de los brotes de gastroenteritis no bacteriana.
