Marcelo Corazza, el primer ganador de la historia de Gran Hermano, en el año 2001, es uno de los principales protagonistas de El Debate y uno de los que más sabe sobre el reality show de convivencia que volvió este año y que es furor.
Tras ser consultado sobre cómo ve a los participantes con los ingresos, Corazza dijo "Es un shock para los chicos, pero también para los que entran. Los que reciben gente dicen 'Uh, la puta madre, otra vez volver a remar todo esto' empezando a sospechar que el que está afuera vio todo; y el que entra también tener que adaptarse a un grupo que está ensamblado es muy difícil, lo digo con experiencia".
Luego, añadió: "Es muy difícil meterse por más que entres o no con información, es muy difícil meterse en el juego, jugar, poder ser parte y aguantar si te dejan a un lado o si no te dan bola porque son 24/7 todos los días. Es una dinámica nueva dle juego a partir de este ingreso".
"Todos dicen que entran con estrategia y que juegan y que aman la estrategia, pero en el 2001 no era así ¿Vos entraste a qué a la casa?", le preguntó Ángel de Brito. Al respecto, Marcelo comentó: "El juego es un juego de convivencia, lo primero que tenemos que hacer es tratar de convivir con la gente, no entrar a ver con quién me peleo, a quién nomino, a quién traiciono".
Después, el ganador del 2001 fue contundente sobre las traiciones: "No me gusta cuando festejan el juego de la traición porque es como decir 'Ah, mirá que bien juega, mirá como traiciona'. Que se yo, no me parece noble, no me parece bueno. A mí me parece que está bueno tratar de integrarse, de sumar y de convivir con la gente. Después el momento de nominar es otra parte del juego porque uno quiere ganar"
"Como me revienta cuando dicen 'No tengo nada personal', dale por algo nominás siempre", acotó Ángel y Marcelo Corazza cerró diciendo: "La parte más divertida del juego es nominar. Yo me sentaba ahí y era feliz nominando y mandando a placa a quien me hinchaba las pelotas".