A 48 horas del estreno en Netflix de la primera parte de la serie documental Harry y Meghan, compuesta por tres capítulos, ya se hicieron oír las primeras reacciones en el Reino Unido, y no son para nada gratas. El inicio de la docuserie revela datos de cómo la persecución de los paparazis y el origen étnico de la exactriz marcaron a la pareja real.
Bajo ese marco, el ministro de Exteriores británico, James Cleverly, tuvo que salir en defensa de la familia real este domingo tras las acusaciones directas de racismo del príncipe Harry. “En todas las interacciones que he tenido con la familia real, he visto a un grupo de personas apasionadas por apoyar a Gran Bretaña tal y como es”, remarcó el político en una entrevista en la cadena de televisión Sky News.
Es que, en uno de los tres primeros capítulos, el duque de Sussex asegura que la familia real tiene un “sesgo inconsciente” y es “parte del problema” cuando se trata de racismo en Gran Bretaña.
En ese sentido, Cleverly, un ministro de ascendencia de Sierra Leona, tuvo que salir al cruce y señalar en defensa de la Casa de Windsor: “El rey ha hablado en el pasado cuando era príncipe de Gales sobre la maravilla que es la naturaleza multicultural de este país”.
Y agregó: “Veo un país multiétnico muy bien integrado que puede estar muy orgulloso de su diversa herencia y la actitud de la familia real hacia este país refleja el país moderno que vemos”.
Repercusiones políticas de la docuserie Harry y Meghan
No obstante, el ministro de Exteriores británico no fue el único político que se manifestó sobre el documental de Enrique y Meghan. Un grupo de parlamentarios conservadores planea presentar un proyecto de ley por la que se pueda despojar del título de duques de Sussex a Enrique de Inglaterra y Meghan Markle.
“Se trata de un tema político. Además de destrozar a su familia y monetizar su miseria para el consumo público, también están atacando algunas instituciones importantes de este país”, manifestó Bob Seely, miembro del partido conservador y uno de los impulsores de esta medida, al diario británico The Guardian.
Por otra parte, la respuesta del ministro de Exteriores no es la única que se ha escuchado estos días después de la emisión de la primera parte de la miniserie sobre Enrique y Meghan. Sino que, los propios protagonistas también han querido aclarar algunas acusaciones que se han hecho desde la prensa después del lanzamiento del documental que cuenta su versión de los hechos.
La molestia del príncipe Harry y su esposa Meghan Markle
“El duque y la duquesa nunca mencionaron la privacidad como la razón para dar un paso atrás de sus deberes oficiales en la familia real británica. Esta narrativa distorsionada tenía la intención de mantener a la pareja en silencio”, explicó en un comunicado la portavoz de los duques de Sussex, Ashley Hansen, publicado por la cadena pública BBC.
Y remarcó: “Están eligiendo compartir su historia, en sus términos y, sin embargo, los portales han creado una narrativa completamente falsa que impregna la cobertura de prensa y la opinión pública. Los hechos están justo frente a ellos”.
En este mismo comunicado, la portavoz de los duques destaca que ni el príncipe Enrique ni Meghan mencionaron la privacidad cuando se retiraron de sus deberes reales en enero de 2020 y expresaron su deseo de continuar con sus funciones y deberes públicos.
La docuserie que habla de la historia personal de la pareja: las revelaciones y detalles sobre el romance y el compromiso del príncipe y la exactriz, marcados por la persecución de los paparazis y la raza de Markle, se ha convertido, en su primer día de emisión, en lo más visto del año, según el medidor oficial de audiencias británico.
Según datos de la BBC, su primer capítulo lo vieron más de 2,4 millones de espectadores (1,5 el segundo y 800.000 el tercero); para entender la dimensión y la expectación que ha supuesto este estreno, el primero de la quinta temporada de The Crown tuvo 1,1 millones de visualizaciones en su primera jornada.