Guido Pella y Stephanie Demner protagonizaron una campaña inspirada en la película Desencantada, que se estrenó el 18 de noviembre -protagonizada por Amy Adams y Patrick Dempsey- por Disney+ y sobre ese tema hablaron con GENTE. "Yo creo que me parezco a Robert, el protagonista de Encantada (2007) y Desencantada (2022), porque él se enamoró de Giselle en el momento en el que la vio, y a mí, con Steph, me pasó lo mismo”, confesó Guido Pella (32) sin dudar un segundo.
–Llévennos a mayo de 2018. ¿Cómo fue el primer contacto entre ustedes?
Guido: ¡Rarísimo!, porque ella me vio antes por Instagram…
Stephanie: … y le pedí a un compañero de tenis de él, a Diego ‘El Peque’
Schwartzman, que me lo presentara.
G: Yo obviamente ya la conocía, pero hasta ese momento para
mí éramos de dos mundos completamente distintos. O sea, yo no tenía ni idea de
qué hacía una influencer, pero cuando vi fotos de ella y empezamos a hablar, ya
está, ¡tuve un flechazo!
–¿Quién envió el primer mensaje?
S: Él, y fue muy lindo. Arrancó con un “Perdón por el
atrevimiento…”, cuando yo ya lo había buscado por todos lados (risas).
¿Es verdad que al comienzo se hacían etiquetas ocultas en Instagram?
S: Totalmente. Bah, yo a él más que nada. Es que iba a
recitales y quería dedicarle canciones, entonces lo arrobaba sin que los demás
se enteren.
G: Que consté que eso no lo hizo más. Ahora ni me etiqueta,
aunque suba fotos mías con Ari (N. de la R.: Arianna Pella Demner, su beba
de cuatro meses, que en este momento de la charla se encuentra durmiendo
plácidamente en el cuarto de al lado, bajo la vigilia de una mujer de confianza
de la familia). Pero bueno, ya está, ya me enamoró (Steph suelta una
carcajada).
Por la carrera profesional de Guido transitaron varios períodos a la
distancia. ¿Eso provocó inseguridades?
S: La verdad es que no. Sí, somos muy celosos por separado.
O sea, yo me considero una persona celosa y creo que él también.
G: Sí, normal…
S: Pero en nuestra relación no nos sucedió de celar al
otro. Siempre hubo confianza.
G: Así es. Yo no sentía inseguridad, la extrañaba nada más.
Porque con los viajes y estar tanto tiempo separados, llegaba un momento en que
me sentía solo y me planteaba: “!¿Qué hago acá?”, pero bueno, es parte
del trabajo y por suerte ahora pasamos mucho más tiempo juntos.