Mora Godoy es la protagonista del Intimo de la semana de GENTE y contó cómo fue su
curiosa historia de amor que nació en pandemia.
-¿Es verdad que te enamoraste en pandemia de un vecino de tu barrio?
-Totalmente cierto. ¡Una historia de amor muy actual! Yo había ido a la ferretería -uno de los pocos comercios abiertos en la cuarentena estricta- y Santiago -Gilligan, 45 años- estaba en la verdulería. Yo pensé que era la primera vez que nos cruzábamos pero después, con el tiempo, me confesó que ya me había visto en un café del barrio. ¿Viste que, en ese momento, cuando conseguías una mesa afuera te amotinabas ahí porque, si te
ibas, la perdías para siempre? Se ve que me vio alguna mañana tomando algo y me echó el ojo.
-¿Cómo empezaron a hablar?
-Él se me acercó en la calle, me habló, me pidió el teléfono y comenzamos a chatear. Y así nos fuimos conociendo: por WhatsApp. Llevó un tiempo llegar a la primera cita que, claro, fue en uno de esos bares
con mesas en la calle que valían oro en la época de pandemia.(Se ríe)
-¿Qué fue lo que te enamoró de Santiago?
¡Es muy buen mozo! ¡Me gustó de inmediato! La atracción física fue instantánea. Pero después, a medida que lo
conocí, me gustó su tranquilidad y la empatía que mostró cuando se encontró con
mi panorama familiar: una madre sola con su hija y su papá, que se había
instalado en casa. También me gustó que no vio a la bailarina, no conoció a
Mora Godoy, porque Santiago me encontró sin trabajo y hasta en una situación
vulnerable porque a mí me generó mucha tristeza poner en pausa, por tiempo
indeterminado, mi profesión. Todo eso me fue enamorando de él.
-Bueno, el 28 de octubre es tu gran debut y va a conocer a una nueva mujer
-Sí, y es interesante ver qué pasa en ese momento. Yo soy una mujer independiente, con mucha personalidad y gran exposición y entiendo que asimilarlo no es fácil. Santiago, hasta ahora, lo llevó muy bien y siento que va a seguir así, porque esta charla le hemos tenido infinidad de veces, pero
quiero ver cuán cómodo le resulta verme entrar en mi vorágine laboral. Yo hice hice 420 shows en 2019. Y, si bien no quiero volver a vivir ese nivel de exigencia, tampoco puedo negar lo mucho que disfruto de mi profesión. Él se dedica al Comercio exterior, no tiene ninguna relación con el mundo del espectáculo, así que puede ser que la adaptación le lleve un tiempo y es completamente lógico