Desde el primer día que los 18 participantes ingresaron a la casa de Gran Hermano se cometieron una serie de infracciones que salieron a la luz rápidamente. La primera de ellas fue de parte de la madre de Tomás Holder, quien antes de que su hijo ingresara a la propiedad le metió en su bolsillo una carta. La misma pudo ser retirada por la producción rápidamente, sin embargo pudo haber sido un acto de expulsión.
Luego, se vio a una de las participantes llegando a la casa y llamando por su nombre a un compañero que ya estaba adentro y al que supuestamente no conocía. De encontrarse que posean algún vínculo en común tampoco les estaría permitido participar.
Pero lo más grave ocurrió ayer por la noche, cuando se escuchó a María Laura Álvarez decir que se había fijado la hora en su teléfono celular y que eran alrededor de las 7 de la tarde. Como se encuentra detallado en el reglamento del juego, ninguno de los individuos puede ingresar con ningún aparato tecnológico que pueda comunicarlos con el mundo exterior.
El clip del video fue compartido por muchas personas e incluso por Ángel de Brito, quien se preguntó irónicamente: "¿Un celular?".
Lo que se estaría investigando en las últimas horas es si el celular ingresó de manera clandestina entre las pertenencias de alguno de los participantes o si fue algo que la producción ya sabía. Lo cierto es que los usuarios de Twitter comenzaron a exigir que se aclare la situación y que se sancione a los que violaron el reglamento.
La sanción más grave y que podría ser aplicada en este caso sería la expulsión de él o la participante involucrada, o también permitir al público, que decida a través del voto telefónico, si debe continuar o ser sacado inmediatamente del certamen.
