El crimen de Ángeles Rawson es considerado uno de los femicidios con mayor repercusión de la historia criminal argentina. Por su asesinato, el ex portero Jorge Néstor Mangeri (52) terminó condenado a prisión perpetua. El femicida de la adolescente de 16 años era el encargado del edificio de Ravignani 2360 del barrio porteño de Palermo, donde vivía Ángeles junto a su familia. Aquel 10 de junio del 2013, Mumi, como le decian sus amigos y familiares, ingresó al edificio, sin embargo, nunca llegó a su departamento.
"Generalmente llegaba 21.15. Esperé hasta las 21.30 y llamé por teléfono. Alguien me atendió y cortaron. En ese momento no me di cuenta. Con el diario del lunes empezás a atar cabos, pero en ese momento no te das cuenta. Nunca te vas a imaginar que pasó algo así", contó en varias entrevistas su madre, Jimena Ardruiz. "Diez menos cuarto volví a llamar y no me contestaba. Ahí sí empecé a preocuparme", expresó. "Ella me mandaba muchos mensajes y en ese sentido era más persecuta que yo", siguió con su recuerdo del día del femicidio, día en el que nadie la había visto, ni en el Instituto de Inglés al que asistía después de hora, ni en el colegio, ni Dominga, la empleada doméstica que trabajaba en su casa.
Hoy en el programa Los Ángeles de la Mañana, entrevistaron a su madre y habló sobre lo que es vivir el día de la madre sin su pequeña. "Son fechas difíciles, por un lado tengo el disfrute con mis hijos, tengo tres mas. Pero ella (Ángeles) era quien lo organizaba antes, después los chicos siempre estuvieron a la altura. Nosotros tenemos como reglado de Dios el sentido del humor y si bien la mencionamos y recordamos permanentemente, no hemos perdido la capacidad de reírnos y divertirnos" Contó Jimena Ardruiz.
"Mi relación con ella era muy espacial, yo la extraño muchísimo y cuando hay fiestas o cumpleaños se extraña mas. Esos días que todo el mundo esta reunido se hace mas evidente para las personas que no tenemos a nuestros hijos" aclaró ante las preguntas de De Brito sobre su festejo. "Trato de no lavar la ropa de mumi que tengo guardada en una valija para que todavía tenga su olorcito, ahora tengo una caja con sus diarios de sus primeros amores y cosas del colegio" Agregó.
En una entrevista anterior, para el podcast "La Cruda" Jimena dijo "Fue muy duro de ver a mi hija en una bolsa". Pero, ante esa inenarrable situación, Aduriz rescata, a distancia, un detalle en el horror: "Por otra parte fue un alivio muy grande, porque la vi y estaba ahí. Yo pensé que no la iba a encontrar. Saber que iba a tener un lugar donde llevarle una flor, en ese momento era un tesoro".
Rememoró que cuando lo vio a Mangeri la noche del viernes 14 de junio en la fiscalía, día en el que él mismo confesó haber asesinado a Ángeles, era la primera vez después del día del asesinato, y lo abrazó porque era "una cara amiga". "Ahí sí me miró raro. Entiendo que ahí fue cuando él se hizo responsable", reveló la mujer.