El peligro de vivir en un mundo en el que se ocultan los hechos – GENTE Online
 

El peligro de vivir en un mundo en el que se ocultan los hechos

David Walmsley
David Walmsley, redactor jefe del diario canadiense The Globe and Mail y creador del World News Day, reflexiona sobre el impacto que tiene la división que se intenta instalar entre las personas y los periodistas 
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Contribuir a marcar una diferencia positiva en la vida de alguien es el mayor regalo al que puede aspirar un periodista. Puede ser que escuche hablar por primera vez de una persona o que se remedie una injusticia. 

Esos momentos en los que un editor de noticias descuelga el teléfono y al otro lado de la línea percibe una voz asustada que le dice: «eres todo lo que me queda, no tengo ningún otro sitio donde ir». Es el último paso entre la esperanza y la derrota. 

Se trata de un acuerdo sagrado tan antiguo como el Periodismo; sin embargo, el cariz de nuestra época intentaría sembrar división entre las personas y las salas de redacción. Si quienes intentan convertir el Periodismo en el enemigo resultan victoriosos, estaríamos perdiendo nuestro derecho a tener un acceso independiente a la información. Y como todos sabemos, sería peligroso vivir en un mundo en el que a las personas se les ocultan los hechos.  

Durante la pandemia mundial se batieron récords en los índices de audiencia en todo el mundo, cuando lectores, espectadores y oyentes de radio absorbíamos todo tipo de noticias e informaciones que pudieran salvarnos la vida. Fue entonces cuando una minoría más ruidosa que nunca catalogó este movimiento con un término despectivo, el llamado «medio de las masas», como si fuera malo pertenecer a un entorno centrado en los hechos. 

Y esto simplemente porque a veces los hechos pueden resultar incómodos y los periodistas asumen la enorme responsabilidad de presentarlos bien. 

Sabemos que desde que arrancó el Día Mundial de las Noticias en 2018, los retos a los que se enfrenta este sector son cada vez mayores. Es posible que conozcamos mejor las presiones comerciales y los hábitos de una audiencia en constante cambio, pero todavía nos queda bastante para explicarnos, lo cual conlleva cierta ralentización en la sala de redacción. Dar a conocer la metodología y cómo se revelan los hechos adquiere ahora tanta importancia como los propios hechos.  

El público potencial consume la mayoría de la información en redes cerradas que evolucionan a un ritmo muy rápido. Vemos continuamente ejemplos de pequeños grupos minoritarios de personas muy activas que se creen lo que se les cuenta, a menudo por parte de fuerzas poderosas con algo que ocultar. A la figura del periodista se la utiliza como cebo en un ataque contra esas verdades incómodas. A consecuencia de ello, el sector tiene que dedicar más tiempo para llegar a quienes ya han decidido los hechos, aun cuando no tienen ningún poder de autoría sobre ellos. 

En Internet hay entornos blindados que impiden la pluralidad de pensamiento y de opinión, así como el intercambio de hechos y de la propia realidad. Entre los múltiples cambios a los que nos enfrentamos, la certeza es una de las características menos atractivas que hay en juego. 

El Día Mundial de las Noticias, en el que participan más de 500 salas de redacción, es una iniciativa mundial dirigida a mejorar la alfabetización mediática y el compromiso de la audiencia. Incluimos ejemplos de cómo mejora la vida cuando los periodistas nos narran una historia. Defendemos nuestro trabajo bajo la creencia de que el acceso a la información en un derecho humano. 

Los continuos y veloces cambios, unido a los peligros y riesgos de la sociedad, a veces parecen ir en una única dirección, contribuyendo a que la audiencia mundial esté cada vez más asfixiada y saturada de información. Nos toca representar un papel constructivo entre los extraordinarios avances en torno al mundo de la información.  

Nunca ha tenido tanta importancia el poder de convocatoria del periodismo independiente; la parte triste es que también crecen los riesgos y amenazas de quienes nos cuentan las historias, los periodistas. La velocidad de la polarización (un término que en el siglo XVIII se utilizó para identificar las características de la luz en la fotografía) hace que el acuerdo haya quedado desfasado. Sin embargo, como suelen anunciar las salas de redacción de todo el mundo, todos tenemos derecho a nuestras opiniones pero no a nuestros propios hechos.  

La guerra, la incertidumbre económica o la determinación de pasar por alto prácticas generacionales en nuestras instituciones son algunos de los cambios a los que se enfrenta el mundo. El Periodismo, en el mejor de los casos, se encuentra en medio de todo ello, donde su papel es más unir que dividir a través del entendimiento mutuo y la transparencia. 

La misión del Día Mundial de las Noticias es ayudar al sector de la información a explicarse mejor, a hacer partícipe a la audiencia mundial de que la buena información contribuye a hacernos mejor la vida.  

Cuando nació Joe Biden, el presidente de Estados Unidos, lo cierto es que estaba más cerca del mandato de Abraham Lincoln que del suyo propio, una perspectiva que hace menos hincapié en la edad del hombre y más en las oportunidades y avances que se lograron en el siglo anterior, lo que nos hace cuestionarnos de forma urgente el rumbo que tomaremos a partir de ahora. 

Por David Walmsley

Sobre el autor 

David Walmsley es redactor jefe del diario canadiense The Globe and Mail y creador del Día Mundial de las Noticias. 

El Día Mundial de las Noticias, organizado por el Foro Mundial de Editores de la Asociación Mundial de Editores de Noticias (WAN-IFRA) en colaboración con la Fundación Canadiense de Periodismo, es una campaña periodística mundial para poner de relieve el valor del Periodismo.

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