Mauro "Lit Killah" Monzón (22) y Fiorella "Tuli" Acosta (20) se conocieron casi en el final de la pandemia del coronavirus, por amigos en común.
Si bien, la bailarina e influencer se encontraba de novia con el streamer Oky, a los pocos meses de su separación se la comenzó a vincular sentimentalmente con un amigo de su ex, Lit Killah.
Los rumores de su noviazgo llegaron después de que los fanáticos descubrieran que se prestaban distintas prendas con las que luego se tomaban fotografías que publicaban en redes sociales.
En aquella oportunidad, negándolo todo Mauro Monzón expresó vía Twitch: “La otra vez me saltó un Tik Tok que me están shippeando con la Tuli. ¿Qué flashan? ¿Nunca prestaron un buzo?”.
“Uno no puede prestar su ropa tranquila que ya lo acusan de matrimonio” bromeó mientras leía los comentarios del chat. “La Tuli es re piola, es del rancho de los pibes porque nosotros nos juntamos con gente piola. No empiecen a armar parejitas que yo estoy re soltero” finalizó.
Pero no pasaron más de cuatro meses para que el cantante blanquera su relación amorosa con un bellísimo posteo en Instagram. "Que facha amiga* perdón el auto corrector. Que facha mi amorrrrrr”, escribió muy enamorado de su nueva novia.
A pesar de que Lit Killah es uno de los artistas más escuchados del momento y Tuli Acosta es una de las integrantes del programa radial Red Flag, de la productora creada por Nico Occhiato, Luzutv, ninguno de los dos suele hablar públicamente sobre su romance y prefieren mantener la privacidad de la pareja.
En una transmisión de Twitch, Tuli decidió responder una de las dudas más grandes de los usuarios: "¿Usan la misma ropa?". “Chicos, noooo, el pantalón que tengo es mío. Tenemos el mismo, pero este es mío. Claro, flashean que de repente no tengo ropa yo. Tengo, pero se la uso igual (risas). Está re piola, tiene perfumito que no es mío. Cómo si tuviera algo de malo estúpidos, idiotas, ustedes lo harían”, dijo en directo la joven.
Y continuó, “Las gorras, me las saca y no me las devuelve. Igual, le quedan tan lindas, que me dan ganas de decirle quédatelas”.
Por último, explicó: “Generalmente tenemos el mismo gusto. O sea, cuando vamos a comprar ropa, sacamos lo mismo. Le digo ´mirá esto y él me muestra y está con lo mismo, pero en distinto talle´. Lo único que cambia es que yo por ejemplo uso los pantalones anchos y él usa muy chupin, pero a mí me quedan re grandes igual (risas)”
