Ayer falleció la Reina Isabel II a los 96 años y luego de 70 años en el trono británico. La soberana tuvo una majestuosa colección de Coronas que se pueden visitar en la Torre de Londres. La colección cuenta con 23.578 piedras preciosas en las coronas reales e imperiales de Inglaterra, Escocia e India, junto con otros elementos como orbes, espadas y cetros.
La pieza más importante de las joyas de la Corona Británica es la Corona de San Eduardo, una pieza que fue elaborada para la coronación del rey Carlos II y que utilizan desde entonces los monarcas del Reino Unido.
En 1838 se realizó la Corona Imperial del Estado para la coronación de la reina Victoria. Lleva un rubí procedente de una virgen del Monasterio de Santa María la Real de Nájera y que fue llevado a Inglaterra como botín de Eduardo de Woodstock. La Corona Imperial de la India está guardada junto al resto de las joyas de la Corona Británica, aunque no es parte de ellas. Es la única corona de un monarca británico que tiene ocho diademas.
La Diadema del Estado de Jorge IV fue realizada en 1820 y fue usada en la procesión de la coronación por la reina Victoria. La reina Isabel II la emplea desde hace 70 años, en cada apertura del Parlamento. Es una corona abierta de diamantes adornada con ocho florones, cuatro con forma de cruz patada y otros cuatro formados por los emblemas vegetales de los territorios del Reino Unido (la rosa heráldica, el cardo y el trébol).
La Corona Pequeña de la Reina Victoria fue encargada por la monarca porque la Corona Imperial del Estado le resultaba pesada e incómoda. Tiene 1300 diamantes y está decorada con cuatro florones con forma de cruz patada, alternados con cuatro florones con forma de flor de lis, que se encierran con cuatro diademas rematadas con un orbe.
Con motivo de la coronación de su esposo Jorge VI en 1937, se realizó la Corona de la Reina Isabel. Esta pieza es la única de toda la colección que fue realizada en platino y sigue el diseño de la Corona de San Eduardo y del Estado Imperial. La Reina Isabel lució esta pieza en 1953, sin diademas durante la ceremonia de coronación de su hija Isabel II. Contiene además el diamante más antiguo conocido, el Koh-i-Noor que habría sido descubierto en 1304.