La crisis económica afecta, en mayor o menor medida, a todos los estratos sociales. La farándula no escapa a esta situación y en esta oportunidad fue Paola Krum la que puso en palabras el momento que se encuentra atravesando en materia de finanzas.
En una extensa nota que dio en “Socios del espectáculo”, repasó parte de su extensa carrera y se sinceró sobre algunas cuestiones más relacionadas a la vida cotidiana al recordar que iba en subte a las grabaciones de “Montecristo”.
“A mí me gusta la cosa común, andar por la calle como si nada, caminar como una mas y también viajar. Y bueno… porque a veces también no tengo un mango”, comenzó a relatar en el programa de Adrián Pallares y Rodrigo Lussich.
Y siguió: “La gente cree que los actores, y sobre todo a los que les va bien, tienen mucho dinero. Mucho. Bueno, yo puedo considerar que a mi me fue bien muchas veces... pero sabés que pasa. Esta es una activida muy fluctuante, muy intermitente. A veces haces un éxito y otras pasás un largo tiempo sin trabajo”.
“Cando te va bien hay que ser inteligente y bueno, si se puede guardar. Y sí, hay que juntar y guardar para cuando vienen las vacas flacas”, destacó.
"'De los cuernos y de la muerte no se salva nadie", la nueva tiene que gritar 'de los cuernos, la muerte y la malaria en este país no se salva nadie'", cerró con mucho humor.
Paola Krum reveló por qué no quiere casarse
"Hace tres años que estamos juntos, pero cada uno vive en su casa. Él tiene dos hijos; yo, una. Cuando nos juntamos es lo más. Es un encuentro hermoso", expresó feliz por su familia ensamblada en un diálogo que mantuvo con diario Clarín.
Además, agregó un detalle hasta ahora desconocido en la relación que ambos mantienen. Según comentó, ellos ya habían sido novios hace muchos años atrás, pero se separaron y hace tres volvieron a ser pareja.
"Lo loco es que fuimos novios a los 21. Hicimos juntos El jorobado de París y él después se fue de la obra. Me pareció el hombre más hermoso que había visto en mi vida..." fueron sus palabras acerca del pasado y el presente de su relación que, como un círculo propio del destino ineludible, volvió a resurgir desde el 2019.
