Esta artista todo terreno vuelve a la pantalla grande el próximo 8 de septiembre junto a Diego Peretti: protagonizarán juntos la película Mas Respeto que soy tu Madre. El film está basado en un blog de Hernán Casciari que luego fue adaptado para teatro. La obra se convirtió en un suceso teatral argentino con más de 1 millón de espectadores a lo largo de sus 5 temporadas.
En diálogo con GENTE -es la protagonista del Intimo de la semana- Flor Peña habló sobre el filme y su rodaje.
– ¿Que se puede adelantar de Más Respeto qué soy tu Madre?
–La película es una bomba. Es una obra que hizo Gasalla y fue un mega éxito. Es sobre una familia tipo argentina . Es como la película Esperando la Carroza, pero más moderna. Yo voy a interpretar el papel
de que hacía Antonio (Gasalla): soy la matriarca. Es muy emocionante y hermosa,
creo que les va a gustar.
– Esta historia tiene un ADN muy argentino
–Creo que la Argentina es un país muy complejo en cuanto al respeto con el otro. Es una sociedad muy linda, pero muy complicada en otros aspectos. Lo jodido está en no poder unirnos en la diversidad y aceptarnos en la diferencia. Me parece que tenemos mucho que aprender.
– ¿Qué creés que va a generar esta película?
–Va a dar que hablar mucho porque gira en torno a nuestras raíces tanas, las costumbres que adoptamos de los inmigrantes y también es un reflejo de lo que nos pasa diariamente cuando falta guita o sentimos que no hay un futuro para nuestros hijos. También tiene un tinte muy humorístico. Después de tantos años de pandemia la gente tiene muchas ganas de reírse. Fueron dos años donde muchas personas cambiaron su estilo de vida.
Más respeto que soy tu madre
Sobre Más respeto que soy tu madre
En 1999 y en el marco de una crisis social y económica de la Argentina, Mirta Bertotti, su esposo Zacarías y sus tres hijos están cerca de caer de la clase media a la indigencia. Un marido desocupado, hijos adolescentes con problemas, un suegro drogadicto y la llegada de la menopausia harán que la vida de Mirta se convierta en un infierno.
La familia necesitará un humor a prueba de balas, y muchas mañas, para convertir cada desgracia en una lección de vida.