La periodista de eltrece lleva ya muchos varios años en pareja con Fernando Casanello y juntos tienen una hija de 5 años que se llama Juana. Se conocieron cuando ambos llevaban ya un tiempo separados y Sandra tiene dos hijos de su matrimonio anterior -Josefina y Valentín- y Fernando una: Isabela.
Entrevistada por Para ti, la conductora de el noticiero del mediodidía confesó que la rutina familia fluye en armonía porque ella es muy organizada. "Para mi el desayuno y, especialmente la cena, son momentos sagrados con mis hijos: no los cambio por nada. A las 20.30 estamos sentados en la mesa y cada uno tiene un rato para contar cómo fue su día y, de verdad, disfrutamos mucho de ese espacio que tenemos como familia", confesó en la entrevista.
Los chicos tienen edades muy variadas: Juana es la menor, con 5 años, luego viene Valentín (11), sigue Josefina (de 15) y la mayor es la hija de Fernando: 16 años.
"Las charlas en casa son muy divertidas porque arrancan con Juana hablando de la princesita Sofía y terminan con las adolescentes comentando la joda del sábado anterior y consultando quién las va a “remisear” el próximo finde", contó Borghi en la nota de Para ti.
"Después todos a dormir y yo tengo el ritual de pasar por la habitación de cada uno de ellos, darles un beso y les tiro un spray con un aroma que los conecta con el sueño, para que que duerman mejor. ¡No te digo la marca del producto para que no sea un chivo!", dijo entre risas.
Militante anti colecho
Sandra Borghi se define como "una madre anticolecho total". "Para mi las horas de sueño son sagradas y mis hijos lo saben: ni se les ocurre despertarme. Entienden que tengo las horas cronometradas para despertarme 6.30 hs y, si en el medio tengo una interrupción, al otro día no rindo. Creo que mis hijos nacieron con ese chip puesto: saben que la madre no tiene margen para dormir mal y con un pibe en la cama pateándola", explica.
Sobre su historia de amor con Casanello, la periodista asegura que tardó un tiempo en presentárselo a sus hijos porque ellos eran muy chiquitos.
"Yo me separé cuando ellos eran muy chiquitos -Josefina tenía 4 años y Valentín sólo 3 meses- y, claro, durante un buen tiempo estuve muy triste y ni se me pasaba por la cabeza volver a tener pareja. Cuando lo conocí a Fernando -que también estaba recién separado- decidimos tomarnos nuestro tiempo para conocernos y, recién al año de estar juntos, pasamos de ser “mejores amigos”, como les decíamos a los chicos, a novios formales", asegura.
Un vínculo que fluyó
Según contó Sandra Borghi, la relación fue buena desde el primer momento. "En realidad, no es que tenía miedo a formalizar con Fernando -porque de hecho ya eramos pareja hacía un año- sino que sentía una enorme responsabilidad por involucrar a mis hijos en esta nueva relación. Cuando me separé supe que, a partir de ese momento, ya no iba a decidir más por mi sola: elegía también por ellos y no quería que nada los afectara emocionalmente. Ese era el tema", concluyó la periodista.
"Yo sentí mucha culpa cuando me separé porque vengo de una familia tradicional y, haber tomado esa decisión, con hijos tan chiquitos, fue un golpe durísimo y tuve que hablarlo mucho en terapia para superarlo"
