Desde hace unos años se ha instaurado una nueva forma de entender el turismo. Es más, si ya iba creciendo casi de forma exponencial año tras año, ha sido pasada la pandemia cuando más ha despegado esta forma de entender la movilidad y el alojamiento en un mismo concepto.
Hasta ahora solo se pensaba que eso podía suceder a través de las autocaravanas, pero cada vez son más quienes optan por camperizar una furgoneta. Eso sí, la recomendación pasa por hacerlo con profesionales para evitar problemas.
Cuando se trata de adaptar un vehículo a otro concepto de uso como una casa rodante para las vacaciones o escapadas, es necesario tener en cuenta varios frentes.
El aislamiento del vehículo para protegerlo de las inclemencias del tiempo. Ya sea tanto de frío como de calor, es necesario reforzar el suelo y paredes a medida con un material que sea capaz de hacer el espacio más acogedor. Una solución sostenible puede ser el corcho, lino o incluso, el cáñamo.
La calefacción y el aire acondicionado es clave para el confort y va muy ligado al apartado anterior para optimizar al máximo su rendimiento y también su consumo. En el caso de la calefacción se aconseja una estacionaria que esté entre los 2kw y 5kw dependiendo de la superficie del camper. En el caso del A/C lo más fácil es optar por uno con compresor.
En lo que se refiere a comodidades hay que tener en cuenta que mucho depende del tamaño de furgón. De hecho, los de mayor tamaño hasta permiten instalar un pequeño baño con ducha incluida.
El mobiliario hecho a medida será la mejor forma de conseguir un espacio que sea utilizado al máximo y que permita comodidad. De hecho, será el diseño más importante para que todo lo necesario para poder viajar esté dentro del espacio.
Es importante reservar un espacio para lo mínimo necesario para la cocina. En este caso, una pequeña heladera y un microondas son claves para cocinar lo básico. Aunque en algunos espacios es posible incluso meter una pequeña hornalla eléctrica.
No debe faltar el sofá cama, clave para descanar y pernoctar. Sino es cómodo será una camperización prácticamente inútil porque no invitará a ponerse en carretera. Es quizá uno de los puntos más relevantes para el éxito de este cambio.
