Esteban Bullrich, ex senador nacional de la Provincia de Buenos Aires, festejó esta tarde, el cumpleaños de su pareja, María Eugenia Sequeiros, la mujer de su vida, con quien comparte grandes momentos de amor y tuvieron cinco hijos.
El festejo no solamente quedo puertas adentro, sino que el político decidió subir una foto a su Instagram con ella, en la que estaba con un ramo de rosas en la cama con unas flores y mucha felicidad y complicidad en el rostro de ambos: “¡Feliz cumpleaños, mi amor! Gracias por hacerme tan feliz e iluminar mi vida con tu luz. Te amo hasta el cielo and back”, indicó Esteban en su publicación de Instagram, donde el amor de los seguidores no tardó en llegar, incluso Juliana Awada, felicitó a su pareja por el cumpleaños.
La noticia de la enfermedad de Esteban Bullrich, ex senador provincial, diputado nacional, ministro de Desarrollo Social porteño y de Educación de la Ciudad de Buenos Aires y la Nación, salió a la luz el 28 de abril de 2021. Sin embargo, la primera alerta de un desconcertante proceso previo había sonado en septiembre de 2020.
“Nosotros observamos en casa aquello que de manera pública y poco feliz se empezó a mencionar en las sesiones de su trabajo: que cuando hablaba parecía borracho”, desanda María Eugenia Sequeiros sobre la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) que ataca al sistema nervioso y muscular de su marido.
La palabra de Sequeiros para Gente sobre su marido
Con total fe esperanzadora, Sequeiros cuenta lo que su marido genera en los demás: “Cuando encontrás a personas que te dicen: ‘Yo siempre andaba re deprimida, jamás pude festejar un cumpleaños, pero cuando vi a Esteban y su optimismo, decidí animarme, ¡y este año lo festejé!’. Que con tus vidas puedas cambiar otras vidas, es impresionante. Por eso la fe en nuestra familia es inquebrantable, más allá de cómo termine, de si el final no es conseguir acceder a la cura. Esteban nos está diciendo y enseñando algo. Porque además creemos que lo que nos espera en el cielo es impresionante, mucho mejor que en la Tierra. Estar cara a cara con Dios, que es todo…”.
“En casa somos muy creyentes”, admite. Y agrega: “Rezamos el Rosario, bendecimos la mesa, damos gracias… Bueno, la aparición de la Virgen de Salta nos ayudó un montón, fue como una escuela de amor. Mi papá había tenido cáncer de páncreas. Entonces mandé su foto con gente que iba. Escribí del reverso: ‘Por favor, Madre, saná a mi papá’. Ya intuíamos y hablábamos de una transición hospitalaria y, sorprendentemente, nada ocurrió. Al punto que transcurrido un tiempito, mi propio padre, agradecido, nos terminó invitando a todos al santuario, y ahí empezamos a organizar peregrinaciones con amigos”.
