En la actualidad, Karina Gao se prepara para sumarse al equipo de "Cocineros Argentinos", en la TV Pública, y está disfrutando de un gran momento personal junto a su esposo y sus tres hijos. A pesar de ello, no todo fue color de rosas en la vida de la cocinera nacida en China porque hace poco tiempo superó una neumonía bilateral producto del COVID-19.
Acerca de eso, la cocinera, que fue sensación junto a Flor Peña el año pasado en Telefe, habló con La Nación antes de sumarse al canal de todos los argentinos "Me reconozco como una gran afortunada… De verdad he tenido mucha suerte en esta vida. Además, por naturaleza soy una mujer muy optimista. Todos los días mientras estuve enferma me repetía: “Mañana va a ser mejor que hoy”. No me permitía pensar que todo se podía agravar y, mucho menos, que me podía morir", dijo sobre lo que genera.
Luego, habló de lo que sintió cuando le dijeron que iba a estar en coma farmacológico producto del COVID–19: "Ahí tuve miedo en serio… Claramente en quince minutos no iba a poder hablar con todos los que quería. Hubo muchas emociones encontradas y, por un lado, sentía una tristeza profunda al estar tan aislada de mi familia y, por otro, una suerte de shock de adrenalina porque lo que se venía era inminente".
Gao agregó que "Ahora, viéndolo a la distancia, descubrí algo que hasta el día de hoy me reconforta muchísimo: en esos minutos antes de cerrar los ojos y no saber si los iba a volver a abrir, me di cuenta de que en ningún momento tuve esa sensación amarga de pensar “no viví lo suficiente” o “todavía tengo cosas pendientes”. Yo sentí que mi vida había sido plena, que había sido feliz. Y saber eso me dio mucha paz. Fue una experiencia que me potenció muchísimo. Porque en el momento en que descubrís que tenés una vida tan rica, sólo te queda disfrutar. Por eso, esta segunda vuelta se convirtió en una oportunidad para conectarme más con mis hijos y mi familia".
Por último, Karina cerró diciendo que la rehabilitación fue muy difícil: "Fue muy dura. Estuve como dos meses en terapia y tuve que aprender a caminar de nuevo. Pensá que no tenía fuerza ni para atarme el pelo. Siempre pienso que salí adelante gracias a Teo, que fue mi bebé, quien me salvó… Hay un estudio que dice que cuando el feto ve que el cuerpo de la mamá está en riesgo, manda células madre para su propia supervivencia, para colaborar con la batalla. Y yo creo que así fue", cerró.