La vida de muchas personas cambia radicalmente luego de sufrir un evento cardiovascular (infarto de miocardio, cirugía cardíaca o alguna arritmia). A partir de ese acontecimiento pueden surgir interrogantes acerca de cómo continuar con las actividades diarias y deportivas: salir a caminar, realizar actividad física, realizar algún deporte. De acuerdo a datos difundidos por el IADT, los pacientes incluso suelen presentar situaciones de depresión ante un infarto o cirugía cardiaca.
Una de las principales causas del aumento de enfermedades cardiovasculares se relaciona con los factores de riesgo, que en Argentina se incrementaron desde el 2005 hasta la actualidad. Algunas de estas problemáticas son:
- Nula actividad física
- Consumo de sal en las comidas
- Obesidad
- Prevalencia de consumo de tabaco
- Colesterol elevado
"El sedentarismo aumento desde el 2009 al 2018 un 10% llegando a representar hoy a más de la mitad de la población. La obesidad, como un extremo dentro del exceso de peso, creció a un número alarmante llegando a ser uno de cada cuatro ciudadanos argentinos", aseguran desde el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento.
Como mecanismo para resolver esas dudas aparecer la rehabilitación cardiovascular, que por definición comprende "un conjunto de actividades necesarias para asegurar a las personas con enfermedades cardiovasculares una condición física, mental y social óptima que les permita ocupar por sus propios medios un lugar tan normal como le sea posible en la sociedad".
El objetivo de la rehabilitación cardiovascular es insertar en la sociedad de una manera eficaz al paciente que presentó un evento cardiovascular. El procedimiento utilizado en el IADT trabaja con tres pilares fundamentales: alimentación, actividad física programada e individualizada según la patología y mente sana. Dentro del último punto se incentiva a los pacientes a mejorar y optimizar los períodos de descanso a través de distintas metodologías para disminuir el estrés y con foco en la meditación (yoga y mindfulness).
Las cuatro fases de la rehabilitación cardiovascular
1) Intrahospitalaria: comienza cuando el paciente se encuentra hospitalizado a causa de un evento cardiovascular.
2) Convalecencia: se lleva a cabo en un instituto o centro hospitalario especializado en rehabilitación cardiovascular y puede durar entre 4 y 12 semanas.
3) Mantenimiento: tiene lugar una vez que los pacientes finalizan con las dos primeras fases. Duración aproximada: de 4 a 6 meses.
4) Ambulatoria: el paciente es dado de alta y puede continuar con su rehabilitación por cuenta propia en un gimnasio, club de amigos o plaza.
"En IADT ofrecemos las tres primeras fases, que se realizan tanto en la habitación del paciente (en el momento de la internación) y luego en el gimnasio o en nuestra renovada Terraza, la cual fue acondicionada para poder ofrecer las mismas prestaciones que un gimnasio, con elementos suficientes para asegurar un buen tratamiento y con la ventaja de poder permanecer al aire libre", comentan desde la institución.
A su vez, aquellos pacientes que se vean imposibilitados de concurrir a rehabilitación de manera presencial pueden tomar las clases individuales mediante tutoriales a través de la aplicación desarrollada por el centro médico.
El equipo de trabajo del Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento está formado en prevención cardiovascular y actividad física en pacientes con antecedentes cardiovasculares, con un amplio conocimiento de manejo de emergencias y en técnicas de resucitación cardiopulmonar con el objetivo de disminuir al mínimo el riesgo de los pacientes.