Diana Spencer o Lady Di -como se la conocía popularmente en el mundo- fue una de las princesas más queridas en el mundo y, sin duda alguna, de los miembros de la Casa de Windsor con mejor aceptación de los británicos.
Su muerte en aquel 31 de agosto de 1997 conmocionó no solo a Reino Unido sino al mundo entero. Hoy, la madre de los príncipes ingleses Enrique y Guillermo estaría cumpliendo 62 años, en ese sentido, GENTE recuerda los dos looks más icónicos que Lady Di usó -en dos etapas de su vida muy diferentes- y dejaron al mundo boquiabiertos.
El primero se trata del popular vestido de novia que Diana calzó para ser desposada por el príncipe y heredero al trono británico Carlos de Gales. El traje de novia que diseñaron David y Elizabeth Emanuel, quienes aseguraron en diversos documentales que el diseño fue pensado para que sea dramático y como el de un "cuento de hadas".
Si bien, fueron tres mil los invitados a la boda real, la ceremonia fue televisada y permitió que todo el mundo sea parte de tan emblemático momento en la historia de la Corona inglesa. En ese sentido, todos pudieron apreciar aquella enagua o cola de metros y metros del vestido que desfiló por tres minutos Lady Di, hasta llegar al brazo del príncipe de Gales.
Vestido de la venganza
Por su parte, uno de los momentos más icónicos de Lady Di, según la opinión pública, fue aquella aparición con un look atrevido y fuera de todo protocolo, que aún perdura en la retina de quienes la vieron alguna vez cautivar a toda una audiencia con solo sonreír, el famoso vestido "de la venganza".
El pasado 29 de junio de 2022 se cumplieron 28 años del emblemático e histórico día en que Diana de Gales se vengó públicamente de su, por entonces, marido, Carlos de Gales.
Un 1ro de julio de 1997, Diana de Gales se despertó como todos los días, aunque ese no era un día más: celebraba su cumpleaños 36. Abrió sus ojos en soledad. Hacia ya casi un año que estaba divorciada, y se topó con una confesión sorpresiva de Carlos en una entrevista televisada. Confesó que le fue infiel a Diana Spencer.
Aquella frase supuso todo un escándalo y zarandeó los cimientos de la Familia Real británica. Una humillación pública, según la historia, para una Lady Di rota, con su matrimonio hecho añicos y dos hijos en común, Harry y Guillermo.
No obstante, ese mismo 29 de junio, por la noche, Lady Di tenía un evento solidario organizado por la publicación Vanity Fair, en la Serpentine Gallery, celebrado en los Jardines de Kensington.
Bajo ese marco, según historiadores, Lady Di acordó con su estilista, Anna Harvey, un cambio de estilismo de última hora. Tenía pensado ir vestida de Valentino, pero optó por un diseño bastante controvertido.
Un vestido que transgredía, además, todas las normas de protocolo de la Casa Real británica. El color negro sólo debía usarse para asistir a funerales, pero Diana de Gales quiso vengarse de su forma y modo más personal. No en vano, enseñó sus largas piernas y sus hombros. Todo un atrevimiento que hizo historia. El diseñador del vestido era Christina Stambolian y la Princesa tenía claro que no deseaba pasar inadvertida.
En ese sentido, el vestido de Stambolian elegido por Diana Spencer marcó una transformación en su forma de vestir. A partir de ese día, los estilismos de Lady Di abandonaron el característico estilo más clásico y adoptaron un estilismo más distinguido.