Carolina Ramírez es una de las actrices colombianas que más han pisado fuerte en la escena de la actuación tanto en su país como en el mundo. Comenzó a ganar popularidad internacional con su participación en La hija del mariachi, durante el año 2006. Pero su verdadero estrellato se dio gracias a su personaje en la novela La Reina del Flow, trasmitida por Netflix.
Con una exitosa carrera actoral, Carolina también tuvo tiempo para construir su vida personal. Por el lado del amor, la actriz está casada con Mariano Bacaleinik, un empresario de nacionalidad argentina que le robó el corazón. En una entrevista exclusiva con ¡Hola! Argentina, la colombiana contó detalles de su relación.
Lo primero que comentó fue cómo conoció a quien se convertiría en su esposo. "Entré a una discoteca con una amiga y él se acercó a saludarme y luego me sacó a bailar. Pero en ese tiempo yo tenía novio, aunque no estaba conmigo en esa fiesta. Bailamos unos minutos y no lo vi más, sólo intercambiamos direcciones de correo, no fui capaz de darle mi teléfono", comenzó relatando.
La actriz recién volvió a saber de Mariano cinco meses después de ese primer encuentro. "Fui a Buenos Aires porque mi hermano se había ido a estudiar allá. Le escribí a Mariano y cuando salí del avión ahí estaba él. Realmente el flechazo fue desde el primer momento, creo que nuestra historia de amor empezó desde el instante en que me tocó el hombro", le reveló a la periodista Guadalupe Domínguez.
Actualmente, la pareja celebra 12 años compartidos juntos y se muestran muy contentos. Además, Carolina confesó lo que realmente siente por él: "Él es mi mejor amigo. Creo que el matrimonio es uno de los grandes desafíos de la vida y tuve mucha suerte por haber encontrado a un gran compañero, además de un gran socio".
En cuanto a sus planes para agrandar la familia, la actriz confesó que tuvieron intensiones en un punto de sus vidas pero no se les dio: "Lo quisimos en un momento, pero la pandemia nos llevó a tomarlo con más calma. A veces las mujeres queremos que sea cuanto antes, pensando en el reloj biológico, y cuando no se da, la frustración puede ser muy grande. Así que ahora se lo entregamos al universo".