El 7 de junio de 2018 el mundo se detuvo para Máxima Zorreguieta, la flamante reina de los Países Bajos. Su hermana menor, Inés Zorreguieta, se había quitado la vida en su propiedad de Caballito, Buenos Aires.
Inés Zorreguieta era 13 años más pequeña que la monarca. Además de ser conocida por ser pariente de la familia real holandesa la joven se había recibido de Licenciada en Psicología, cantante amateur, amante del arte y trabajó para las Naciones Unidas y en el Ministerio de Desarrollo Social.
A pesar de ser considerada la ‘protegida’ de Máxima, por ser la más pequeña de sus siete hermanos, la joven vivió una vida marcada por la depresión hasta sus últimos días.
Cuando Máxima conoció al príncipe Guillermo en el año 1999, Inés se había vuelto una confidente de su hermana con tan solo 14 años de edad. Y a los 17 años esa historia de cuento de hadas que escuchaba de su hermana terminó por hacerse realidad cuando acudió al palacio para estar junto a su hermana durante la boda. En el año 2007 Máxima para que fuese la madrina de Ariadana, la más pequeña de las tres hijas de la pareja real.
Aunque todo se mantenía bajo reservado cuidado en el año 2012 salió a la luz que Inés Zorreguieta sufría de anorexia, a la cual le siguió un fuerte estado de depresión y debió ser internada en la clínica neuropsiquiátrica Avril de Buenos Aires.
La muerte de su padre en 2017 sería un golpe aún más duro para la hermana de la reina. Por su parte Máxima en distintas oportunidades quiso que Inés se mudara a Europa con ella, proponiéndole distintos trabajos en los que podría destacarse. Pero Inés jamás aceptó y quiso continuar su perfil bajo en Argentina.
"Mi querida y pequeña hermana Inés estaba enferma. No podía encontrar la felicidad y no podría curarse", afirmó Máxima de los Países Bajos la primera vez que habló a la prensa tras el fallecimiento de su querida hermana. Tiempo después en una entrevista a la agencia de comunicación EFE diría: “El único consuelo de la familia es que Inés ha encontrado la paz".