La historia de amor de Juana Viale y Gonzalo Valenzuela terminó en muy malos términos en 2013 cuando ella fue vista junto a Martín Lousteau mientras estaba embarazada del actor chileno. Juntos tuvieron tres hijos, entre los que se encuentra Ringo, el pequeño que murió en 2011.
Y si bien en la actualidad lograron sellar la paz por el bien de sus hijos, en los últimos días habían vuelto a ser noticia a raíz de la información que indicaba que se iban a ir a vivir juntos a Córdoba mientras ella está filmando la película “Recursos humanos”.
Lo que se decía es que querían aprovechar el tiempo del artista en el país para poder estar cerca de sus hijos, algo que a veces las distancias entre Buenos Aires y Santiago de Chile complican para el día a día.
Si bien es algo que podría pasar, no sería el momento justo debido a que él está en plenos ensayos de la obra “Closer” en calle Corrientes. De esa forma, que coincidan en tiempo y espacio sería algo complicado para ambos.
Lo cierto es que Valenzuela se mostró muy enojado ante las versiones y, a través de su cuenta de Twitter, citó una nota de un medio del vecino país que se hacía eco de la supuesta convivencia con su ex y fue tajante con lo que dijo.
“Según yo, el propósito principal del periodismo es proporcionar información veraz. Si hay lucro, ¿esto sería una especie de estafa? ¿Hablan sin saber nada y con autoridad? Que feo engañar, ¿no? Amo a mi mujer, no voy a Córdoba y ‘Closer’ es una obra de teatro, se pasaron. Pfff”, escribió en Twitter.
Cómo definió Gonzalo Valenzuela su vínculo con Juana Viale
Hace un tiempo, el actor brindó una entrevista en la que se sinceró sobre su relación con la nieta de Mirtha Legrand. “El nuestro fue un matrimonio muy lindo, de muchos años, de gran comunicación; no veo ningún fracaso. Y si nos hicimos daño, nos equivocamos y pasaron un millón de cosas, es parte de la naturaleza humana equivocarse y aprender”, confesó.
Y reconoció: “¡Uno tiene derecho a errar! El que no lo entienda así, ¡está frito! Es muy importante que la gente entienda que nadie nos puede quitar el derecho al error; quien no lo haga, no aprende”.