Bajo la consigna de 'AMOR INCONDICIONAL', en alusión a la maternidad, Fabiola Yáñez es la protagonista del más reciente Principio de la revista GENTE. En ese contexto, dialogamos con María José Yanno (55), también conocida como 'Majo', para profundizar en su inpiradora historia de adopción.
Majo y Néstor, su marido, son padres de tres adolescentes que adoptaron entre los años 2004 y 2005 cuando eran apenas unos bebés. En diálogo con GENTE, Yanno asegura que con Martina, Julián y Victoria cumplió su sueño de ser mamá. "Mi camino inicia con el deseo profundo de ser madre. Lo primero que hicimos con mi marido fue hacer tratamientos, siete tratamientos de fertilización y de distintas complejidades, hasta que un día me cayó la ficha y dije 'por acá no es el camino'. Y empecé a investigar el tema de la adopción", recordó sobre el comienzo de su historia.
En retrospectiva y a modo de reflexión, aseguró que "no fue un acto de caridad ni mucho menos, fue al revés: mis hijos cumplieron mi sueño". "Iniciamos el camino de la adopción, averiguamos -que en ese momento la ley no es la que hay ahora- y fuimos a varias instituciones, esos lugares que te ayudaban a armar la carpeta para llevar a los juzgados. Armamos nuestra carpeta y comenzamos a presentarla en distintos juzgados hasta que un día ocurrió el milagro y nos llamaron", relató.
Maternidades que inspiran: cómo llegó a la adopción de tres hijos y cómo se llevan en la actualidad
"Primero nos llamaron para mi hija Martina (18), la mayor. Y exactamente al año nos volvieron a llamar para los mellizos Julián y Victoria -ambos de 17-. Victoria tiene una discapacidad, una hemiparesia del lado derecho, consecuencia o secuela de una meningitis bacteriana", detalló la madre de los tres jóvenes.
Además, se refirió a la decisión que tomó con su pareja de adoptar mellizos, a pesar del qué dirán. "La gente me decía que estaba loca, que cómo podía pasar de tener uno a tener tres. Pero con mi marido sentíamos que el tren pasa solo una vez y que por algo es, así que decidimos aceptar a los mellizos", señaló.
Ante la pregunta de cómo se llevan los tres adolescentes, Majo aseveró que "se llevan bien, como todos los hermanos". Y aportó: "Uno no piensa todo el tiempo si tu hermano es o no es biológico". En ese sentido, comentó que Vicky es "la más consentida" de la familia, aunque se lleva muy bien con sus hermanos.
Cómo fue el proceso de adopción
"El proceso de adopción en nuestro caso fue relativamente corto. Arrancamos inscribiendonos en el Registro de San Isidro. No era la ley que está ahora, sino que era la ley que estaba descentralizada. Arrancamos contactando instituciones donde te ayudaban a armar las carpetas, con los informes de asistente social, antecedentes, informes de psicólogos", contó.
Y continuó: "Fue muy rápido, y digo muy rápido porque nosotros no teníamos ningún tipo de prejuicio. De hecho, cuando completas la ficha te dicen si aceptas hermanitos o si aceptas que tenga alguna discapacidad, nosotros habíamos puesto que si. Primero llegó Martina y exactamente a los 11 meses y días, porque todos son del mes de abril, llegaron Vicky y Juli, los mellizos".
Qué piensa de la adopción y cuáles son los desafíos que encontró a la hora de adoptar
"El tiempo, la burocracia... pensar que la niñez es única. Siempre decimos 'no se busca un hijo para los padres, se busca un padre para los niños'. Y no siempre eso está presente en la ley. Hace falta mejorar el proceso, los tiempos. La infancia es ahora, sé que hay tantos niños en estado de adopción que siguen estando en casas de familia, en hogares de tránsito. Y también a los papás que desean ser padres, les pido que sean abiertos. Todos queremos tener el bebé, pero uno después se olvida si lo tuviste cuando tenía un mes, un año o dos años. El llamado es a ser más flexibles. No estamos buscando un hijo como si fuera ir al supermercado, sino que es al revés: a un niño le están buscando padres", reflexionó.
En paralelo, se refirió al aspecto legal y las trabas que pueden significar a la hora de adoptar a un niño o una niña: "La ley debería ser mucho más ágil y rápida, y tener menos burocracia; como pasa en otros paises donde lo importante es que el niño este desde el primer día con una familia que lo cuide, que lo ame, que lo proteja. Y no que pase los primeros días de su vida -que son tan importantes- con una familia de tránsito, que tiene la mejor voluntad pero que en el fondo también va haber un desapego de esa familia o del instituto donde este".
- ¿Qué consejo le darías a otra mujer que está buscando adoptar un hijo?
- Que se animen, que si el sueño es de maternar, de generar vínculo, de tener hijos... que se animen. Que se tiren a la pileta porque siempre va haber agua. Yo tengo una frase que me encanta de Walt Disney: 'Si puedes creerlo, puedes hacerlo'. Entonces si el sueño es tan grande, vas a tener fuerzas de donde no lo veas y lo vas a lograr. Nadie dice que el camino es fácil, pero hay que ponerle actitud.
"Siempre recuerdo la primera vez que tuve la entrevista con la abogada y me dijo 'Yo te aseguro que si vos inicias este proceso y lo haces con apertura y dejándote llevar, vas a lograr convertirte en mamá en menos de un año'. Y literalmente en un año tenía tres hijos", resaltó. Para cerrar, reveló qué es lo que más le reconforta de la maternidad: "Que te abracen y te digan 'te amo'. Cuando me lo dicen, me da a pensar que volvería a hacer este camino una y mil veces más, y eso que tengo adolescentes ahora. Pero lo volvería a hacer, no hay nada más lindo que me digan 'mamá'", concluyó.
