Las autoridades que organizan el Mundial Qatar 2022 informaron que quienes asistan a los estadios de fútbol no podrán portar banderas ni símbolos de la comunidad LGBT. La razón expuesta es cuidar al público de posibles ‘agresiones’ y por un tema cultural.
Así los integrantes de la comunidad podrán asistir a cualquiera de los partidos que se disputen pero sin manifestarse públicamente sobre sus identidades de género u orientación sexual. “Si él (un aficionado) ondea una bandera arcoíris y yo se la quito, no es porque yo realmente lo quiera, que en verdad se la quiera quitar e insultarlo, sino más bien protegerlo’', dijo el mayor general de la policía Abdulaziz Abdullah Al Ansari defendiendo la postura tomada ante la agencia internacional de noticias AP.
Y en esta misma línea agregó, ``Yo no, pero alguien más cerca podría agredirlo... Yo no puedo garantizar el comportamiento de toda la gente. Y le diré: `Por favor, no hay necesidad de realmente ondear esa bandera en este momento’'’.
Pero lo llamativamente discriminatorio de la cuestión es que las personas LGBT no podrán darse ‘muestras de afecto en público’. Esta situación ha encendido las alarmas ya que se continúan infundiendo ideas sumamente peligrosas y avalando por ejemplo la aprehensión de personas. En Qatar la homosexualidad es castigada hasta con más de cinco años de cárcel y si la persona es musulmana puede incluso ser ejecutado.
“Reserven la habitación juntos, duerman juntos, eso es algo que no nos incumbe. Nosotros estamos aquí para organizar el torneo. No podemos cambiar las leyes. Uno no puede cambiar la religión durante 28 días de Copa del Mundo", cerró Abdulaziz Abdullah Al Ansari hablando directamente a la comunidad LGBT.
