Jaguar Land Rover participa desde hace dos años en un proyecto en el que usa tecnología aeroespacial para poner a prueba los nuevos metales ligeros y compuestos de sellado que se emplearán en los vehículos del futuro.
El grupo británico analiza cómo responden los materiales a los entornos corrosivos en algunas de las condiciones físicas más extremas del planeta a lo largo de 400.000 kilómetros por toda Norteamérica.
Para ello a las muestras de los nuevos metales y compuestos que planea emplear en sus modelos de Jaguar y Land Rover del futuro se les integran sensores de calidad aeroespacial.
Estos sensores analizan el rendimiento de los materiales de manera continua y envían esos datos al equipo de desarrollo de productos de Jaguar Land Rover en el Reino Unido.
Gracias a esta información los ingenieros predicen con exactitud el comportamiento que tendrán durante el desarrollo de los nuevos programas de vehículos y garantizan así un acabado duradero y de mayor calidad.
Esta investigación forma parte del Gesamtverband der Aluminiumindustrie e.V. (GDA), un consorcio de fabricantes de aluminio y de vehículos que estudian la longevidad de los materiales y cómo estos pueden ser más ligeros y duraderos.