Huertas comunitarias, huertas en las plazas, huertas en las casas. La localidad de Escobar es conocida por su tradición en la cosecha de frutas y verduras. Pero la inflación hizo que el municipio tome cartas en el asunto, apostando a lo que en el mundo anglosajón llaman “win-win” (ganar-ganar): incentivar la creación de huertas para bajar costos y, al mismo tiempo, cuidar el ambiente al usar sistemas orgánicos, muy distintos a los que se utilizan -por ejemplo- en los productos que se venden en la mayoría de los supermercados.
Además, se promueve el trabajo local, la solidaridad y se aporta un granito de arena en la transición hacia la soberanía alimentaria.
El partido de Escobar se destaca por su política ambiental, con iniciativas de vanguardia impulsadas desde 2016 por el intendente, ahora en uso de licencia, Ariel Sujarchuk. La última en ese sentido es la inminente inauguración del primer parque solar municipal de la Argentina, que generará el equivalente de energía al que actualmente consumen la totalidad de las dependencias municipales del distrito.
A esto se suman la instalación de un biodigestor en el mercado frutihortícola de la colectividad boliviana, la puesta en valor de la Reserva Natural de Ingeniero Maschwitz y la creación de Biocorredores, un programa de restauración de la flora y fauna que será tomado como modelo en Corrientes para reconstituir lo que el fuego arrasó.
El programa municipal, llamado Escobar Sostenible, ahora apunta a las huertas para producir cada vez más alimentos de calidad con formas sustentables de cultivo, libres de pesticidas: se crearon nueve en distintas localidades, cuyas frutas y verduras son distribuidas en merenderos, comedores y ollas populares del distrito. Suman en total 40.000 metros cuadrados. Entre ellas se destaca la del Polo Ambiental de Maquinista Savio, ubicada en un lugar en donde hasta 2016 había un basural a cielo abierto.
Al mismo tiempo, el Municipio lleva adelante el programa Mi Huerta en Escobar para incentivar la participación de los vecinos, brindándoles semillas gratuitas y capacitación a quienes quieran armar una huerta en su casa.
Y ahora se incorpora otra novedad: la producción de frutillas en organoponia, un sistema de producción alternativo, más sustentable y que permite una mayor productividad, pero además economiza agua, utiliza menos insumos para la producción, permite una mayor productividad porsuperficie y hasta mejora la posición física -ergonomía- en la que tienen que trabajar las operadoras y operadores. La primera etapa de plantación de frutillas se desarrolla en una superficie de 1200 metros cuadrados en uno de los invernáculos del Polo Ambiental en Maquinista Savio.
Dentro de unos 60 días, se estima que se cosecharán 1.700 kilos de frutilla de la variedad San Andrea, que serán destinados a comedores y merenderos, pero también a la producción de mermeladas caseras, que luego son vendidas por chicos y chicas del programa provincial Envión, orientado a lograr la inclusión socioeconómica, política y cultural de los jóvenes que se encuentran en situación de vulnerabilidad social.
