Cinthia Fernández vive en una hermosa casa en un country de zona Norte junto a sus tres hijas: Charis y Bella y Francesca Defederico. La bailarina se mudó alli cuando estaba casada con el ex jugador de fútbol, Matías Defederico, y fue decorándola de a poco "y con mucho esfuerzo", según sus propias palabras.
Se trata de una hermosa casa -de dos plantas- con un amplio living en el que predominan los colores de la tierra -especialmente el beige, camel y chocolate- y los enormes ventanales que le otorgan luminosidad a cada uno de los ambientes del hogar. "Yo amo la luz y quería que entre el sol en cada rincón pero me pasé un poco de la raya asi que ahora sumé cortinas para oscurecer un poco mi habitación y tener intimidad en otros espacios", comentó la panelista, entre risas, hace poco tiempo.
Para el living eligió sillones grises y una cálida chimenea en la que a sus hijas les gusta sentarse en invierno para encender el fuego. También es el ambiente en que Cinthia recibe invitados, cuando organiza una comida, e intenta que sea "el lugar más ordenado y pulcro de la casa", según sus propias palabras.
Cerca de la cocina hay un play room en el que ubicó un sillón turquesa y colgó una foto de sus tres hijas y ese ambiente es "indomable", asegura: allí las niñas juegan y hacen todos los desafíos de tik tok posibles. De hecho, en muchos suman a su mamá.
Una mujer sin filtro
Cinthia siempre se muestra natural y espontánea: jamás se la ve producida en su casa y no duda en lucir su rostro sin make up. "Los filtros de Instagram son para divertirse, no para mostrar una persona que no somos... ¿Qué suma eso? Un día te cruzan en el supermercado y no te reconocen porque las fotos que subiste son de otra persona, no tuyas", asegura con mucha razón.
Estantes flotantes, velas, plantas y mesa ratona son algunos de objetos que forman parte del living.
Si bien todavía no la vimos participar de Masterchef, a Cinthia le gusta cocinar y tiene algunos platos que, asegura, le salen muy ricos. "Cuando viene Martín (Baclini) a casa le preparo salmón porque es fanático", confesó hace poco.
Es que si bien ambos aseguran que no están juntos -y, de hecho, el domingo pasado ella fue al cumpleaños de Yanina Latorre sola, cuando otros año ha ido acompañada por Baclini-, Cinthia no duda en afirmar: "Martín es el amor de mi vida".
Dos imágenes muy distintas de Cinthia en su habitación: hiperproducida para la foto y recién levantada, una mañana cualquiera, antes de llevar a las nenas al colegio. "Mamá cuando escucha el despertador se pone de malhumor", aseguran sus hijas y ella admite que algo de verdad hay en ese comentario.
"Muchas veces me acuesto tarde y arrancar a las 6 am para darles el desayuno, prepararlas para el cole y llevarlas es un gran esfuerzo ", asegura. Pero también admite que es un hermoso momento que comparten las 4 juntas y no cambiaría por nada del mundo.
Cinthia tiene un gimnasio propio -súper equipado- donde realiza su rutina diaria y confiesa que, a diferencia de otras mujeres, para ella entrenar es un momento de gran placer. "Es como si el cuerpo me pidiera que haga ejercicio y, cuando no lo hago, me siento rara, como incómoda", asegura.
Claramente, uno de los lugares favoritos de toda la familia es el jardín: alli pasan gran parte del verano. La casa tiene una hermosa galería pero, además, Cinthia construyó una pérgola de madera, rústica y con onda, donde se suele reunir con amigos por la noche, para comer o tomar algo.
Una de las últimas adquisiciones de la casa el jacuzzi: está instalado al lado de la pileta y las chicas adoran estar alli. De hecho, como se puede ver en uno de los videos que subió a su cuenta de Instagram, se ve a las nenas en el jacuzzi mientras Cinthia se tira a la pileta.
"Aqui podría pasar todo el verano", dice Cinthia sobre la galería de su casa, mientras se acomoda entre los almohadones de rafia y la alfombra de yute que tiene debajo de la mesa ratona.
Charis y Bella y Francesca son tan deportistas como sus padres: practican natación y gimnasia artística y las tres son muy dúctiles en esas disciplinas.
De hecho, cuando vuelven a casa después de sus actividades, Cinthia pone una enorme colchoneta que tiene en la galería y las ayuda practicar los trucos que aprendieron. Las ventajas de tener una madre acróbata y bailarina.
