El BMW iX5 Hydrogen está siendo sometido a un exigente programa de pruebas en condiciones meteorológicas extremadamente difíciles. Todo ello forma parte de las pruebas finales de invierno del coche en carreteras públicas y en el centro de pruebas del Grupo BMW en Arjeplog, al norte de Suecia.
Tras las pruebas en frío extremo, el sistema de propulsión por pila de combustible de hidrógeno muestra la misma capacidad de uso cotidiano que un motor de combustión interna convencional, además, la potencia total del sistema aparece rápidamente.
Incluso en estas condiciones de congelación, el sistema de propulsión sigue ofreciendo toda su autonomía y la reposición de los depósitos de hidrógeno solo requiere de tres a cuatro minutos, incluso en pleno invierno.
El sistema combina la tecnología de pila de combustible con un motor eléctrico que utiliza la tecnología BMW eDrive de quinta generación. El hidrógeno que utiliza como fuente de energía se almacena en dos depósitos de 700 bares fabricados con plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP). La pila de combustible convierte el hidrógeno en energía eléctrica, generando una potencia de 170 caballos.
Asimismo, el motor eléctrico puede añadir a la mezcla la energía almacenada en una batería. Esta batería se carga a través de la recuperación de energía o de la pila de combustible, lo que sube la potencia hasta 374 caballos.
La única emisión de la pila de combustible es vapor de agua y su calor residual se aprovecha con especial eficacia para calentar el interior del coche.
La compañía producirá una pequeña serie del modelo más adelante en el año y también se ha comprometido a ayudar a ampliar la red de estaciones de servicio de hidrógeno.