“La belleza no está muy de moda en estos tiempos”. Esa fue una de las últimas sentencias que hizo el couturier Manfred Thierry Mugher (1948-2022), ícono de la moda durante los 80’s que falleció debido a “causas naturales” a los 73 años, el pasado 23 de enero. Es que el creador, modista, fotógrafo y perfumista francés que vistió desde a David Bowie a Kim Kardashian y partió paradójicamente en plena Semana de la Moda de París, defendía el arte y la belleza por delante de tendencias como el “ugly fashion” imperante.
“Dio poder a la gente en todo el mundo para ser más atrevidos y soñar más cada día”, dijo la maison en el comunicado con el que despidió al visionario creador que estuvo durante más de tres décadas al frente de su firma homónima, Thierry Mugler.
Mugler fue un pionero en la moda y marcó su sello con sus arriesgados y teatrales outfits que parecían recrear la ciencia ficción con prendas como monos robóticos, grandes estructuras y siluetas estilizadas. Además tuvo un rol fundamental en el vestuario de figuras como Madonna y Michael Jackson, y fue el mentor de algunas de las supermodelos de los 90's más célebres, como Linda Evangelista, Naomi Campbell y Claudia Schiffer.
Más acá, vistió a Lady Gaga y a Beyoncé y declinó ofertas como ser el director creativo de Dior. Se retiró de la cabeza de su propia marca en 2003 –ahora a cargo del grupo L'Oreal– y salió de ese receso en 2019 para crear el vestuario de Kim Kardashian en la MET Gala.
De bailarín clásico a reinar en las pasarelas parisinas
El couturier nació en Estrasburgo en diciembre de 1948. Se mudó a París a los 20 años tras las revueltas de Mayo del '68 y en 1973 presentó su primera colección femenina, bautizada Café de Paris. Las repercusiones lo llevaron a crear su propia firma, Thierry Mugler, un año después.
Además de ser el creador del perfume Angel, Mugler es célebre por creaciones vanguardistas en las que las hombreras pretendían simbolizar un nuevo tipo de empoderamiento femenino. También se inspiró en los cómics, en el diseño industrial y hasta en la zoología, y reinó en la época en la que la moda se afianzó como un espectáculo de masas.
“Disparar una foto es como pactar con Dios”
En su último tiempo, Mugler estuvo volcado a la fotografía: en 2020 publicó un libro titulado Manfred Thierry Mugler Photographer. Según explicó, antes que nada se consideraba "director". Siempre atento a cada detalle de la puesta de sus desfiles, cada colección presentada era una nueva propuesta conceptual. Hijo de un camarógrafo, a sus ocho años ya había hecho su primer cortometraje y a los 14 hizo su primera foto de moda.
Incluso en su época de bailarín profesional en la Opera du Rhin de Alsacia (Francia) se encargó de montar en escena un desfile. “Llevé toda la producción, estilismo, fotografía, todo. Para mí es muy difícil separar todos estos recursos. Siempre pienso en el concepto como un todo. Por eso siempre creaba storyboards para realizar mis desfiles. Mi fotografía se volvió más profesional cuando empecé a disparar mis propias campañas de prêt-à-porter, y luego de perfume”, aseguraba Mugler.
Podía fotografiar a sus modelos posando en icerbergs en Groenlandia, en el Sahara de Argelia, a orillas del río Níger o en la Gran Mezquita de Dejenné en Mali y el resultado era magnánimo: el arte de esperar la luz perfecta para hacer lucir sus diseños.
Así lo contó GENTE
En septiembre de 1979, GENTE presentaba a Mugler, de 32 años, como uno de los nuevos “grandes” de la moda. Así se referían a su talento: “Es, posiblemente, el más prometedor de la nueva camada. Es también el más novato, porque se inició hace apenas cinco años”.
Además, se hacía referencia a que era “el más audaz para los negocios” ya que solía escandalizar con sus “diseños de estilo folklórico, sus túnicas lánguidas y sus chalecos bordados en pedrería” y había empezado sin ingresar al oficio de la mano “de alguno de los grandes”.
La retrospectiva de Mugler en París
En octubre del año pasado, el Musée des Arts Décoratifs de París montó Couturissime, una retrospectiva en honor al artista que comenzó su carrera en pleno auge de Yves Saint Laurent. “Esta exposición está lejos de ser una retrospectiva clásica”, contó el encargado de la misma, Thierry-Maxime Loriot.
La muestra, todo un recorrido por las creaciones del modisto entre 1973 y 2014, incluye entre otros diseños, sus surreales siluetas de inspiración marinas creadas para su colección Insectos y Quimeras, en la que presentó desde extravagantes medusas hasta ninfas vestidas con bustiers de conchas de mar. Cardi B recuperó uno de esos outfits – más precisamente, un vintage firmado por Mugler en 1995– en la red carpet de los Grammy en 2019.
Fotos: Fotonoticias y archivo Atlántida.