En los últimos días, la vida de Simon Leviev, el protagonista de 'El estafador de Tinder', cobró gran notoriedad a nivel mundial. Sin embargo, parece que al joven no le cayó bien la repercusión del nuevo documental de Netflix, por lo que, recientemente, reaccionó a las múltiples acusaciones en su contra y anticipó que prepara una ofensiva contra la plataforma de streaming.
Es que, tras la repercusión que generó el documental, el joven, que estuvo en prisión cinco meses por fraude, lanzó un descargo en su cuenta de Instagram, donde aseguró que muy pronto contará su verdad sobre lo que hizo en la aplicación de citas.
“Compartiré mi versión de la historia en los próximos días, cuando haya resuelto la mejor y más respetuosa manera de contarla, tanto para las partes implicadas como para mí”, advirtió Simon Leviev.
Asimismo, antes de cerrar su cuenta de Instagram, instó a sus seguidores que hasta que cuente su versión de los hechos “mantengan su mente y su corazón abiertos”.
Acusado de robar 10 millones de dólares
Simon Leviev, un joven que robó más de 10 millones de dólares a las mujeres que seducía en la app de citas Tinder.
Según se detalla en la producción de Netflix, el joven se presentaba en Tinder como el hijo del “rey de los diamantes” de Israel y presumía de sus viajes por Europa en un jet privado, el gígolo no se privaba de nada con su estilo de vida y así era como conquistaba a distintas mujeres en las redes.
Sin embargo, las mujeres que caían en sus encantos terminaron embaucadas por enormes deudas que arrancaban desde los 20 mil dólares. La estrategia para estafar a las víctimas era original del esquema Ponzi.
Una vez que estaba en pareja con la víctima, las llamaba por teléfono para avisar que había sufrido un violento ataque junto a su guarda espalda y le solicitaba ayuda con dinero para que lo dejen en paz.
Asimismo, también solía decir que no podía utilizar sus tarjetas de crédito debido a un conflicto con supuestos enemigos del mundo de las joyas, esto hacía que la mujer de turno le de permiso para extraer fondos de sus tarjetas sin ningún limite. Cada monto recaudado, las víctimas nunca lo recuperaban.